Hong Kong, China (AFP) Arepas, tacos, ceviche y chimichurri. Desde el centro de Hong Kong, Ricardo Chaneton ofrece en su restaurante Mono un viaje a la variada y colorida cocina latinoamericana que le ha valido la primera estrella Michelin para un chef venezolano.
Se trata de un largo periplo para ese niño «de mal comer» que se enamoró de la cocina al entrar a trabajar en una pizzería y se formó en España y Francia antes de triunfar a 16.000 kilómetros de su Caracas natal.
Él lo asume con orgullo y «un peso muy lindo de responsabilidad en las espaldas». «De aquel lado del mundo todos nos están viendo. El hecho de ser el primer venezolano en tener una estrella Michelin hace que la gente ponga los ojos en ti», asegura el chef de 34 años en una entrevista a la AFP.
«Hace 14 años salí de Venezuela, hace 12 (que) no voy. Tengo bastante gente que me ha escrito para ir a cocinar, a redescubrir mi país, tengo unas ganas enormes de volver. Ahora, quedarme, no lo sé (…) Pero nunca digas nunca».