Washington, Estados Unidos | AFP | Joe Biden y Barack Obama volvieron a reunirse el martes, al menos por un día, con la visita del expresidente de Estados Unidos al que fuera su vicepresidente en la Casa Blanca. El objetivo del encuentro era intentar recuperar la fuerza demócrata antes de las elecciones de mitad de mandato.
El ambiente fue a la vez nostálgico, festivo y humorístico en el reencuentro del viejo equipo.
«Bienvenido de vuelta a la Casa Blanca. Se siente como en los viejos tiempos», le dijo Biden a su antiguo jefe en una abarrotada Sala Este, en la que entraron juntos en medio de una gran ovación del personal y los miembros del Congreso.
Para Obama, esta fue la primera vez que pisa los pasillos reverenciados y las salas históricas desde que se fuera hace cinco años, tras entregar el poder a Donald Trump y dar paso a un periodo de agitación política sin precedentes en los tiempos modernos.
«Vicepresidente Biden», dijo Obama al tomar el micrófono, antes de corregirse entre risas, diciendo que «eso era una broma».
Biden prolongó el chiste presentándose como «el vicepresidente de Barack Obama».
Para el actual mandatario, quien sirvió por dos mandatos como adjunto al primer presidente negro de EEUU antes de salir de su retiro e impedir a Trump la reelección, este fue también un momento conmovedor.
El verdadero objetivo de la reunión entre Biden y Obama es más amplio: una oportunidad para reforzar la marca centrista de Biden y tranquilizar a los demócratas que huyen de lo que las encuestas predicen que será una aplastante derrota electoral en noviembre, con los republicanos recuperando el control del Congreso.