Más de 200 personas fueron detenidas hoy en distintas ciudades de toda Rusia en la protesta convocada por el líder opositor Alexéi Navalni en vísperas de la investidura del presidente ruso, Vladímir Putin.
A falta de que empiecen las manifestaciones de mayor afluencia en Moscú y San Petersburgo, las dos ciudades más importantes del país, la acción convocada bajo el lema “No es nuestro zar” ya ha causado la detención de cientos de personas, sobre todo en algunas capitales de Siberia y del Lejano Oriente ruso, publicó EFE.
Al menos 75 personas fueron detenidas en la ciudad de Yakutsk y otro medio centenar en la siberiana Krasnoyarsk, donde la policía empleó la fuerza contra algunos manifestantes, según se puede ver en vídeos grabados por ciudadanos y volcados en Youtube.
Según activistas de Navalni, otros 25 manifestantes fueron detenidos en la ciudad de Novokuznetsk y al menos una quincena en Cheliabinsk, ambas importantes núcleos industriales de Siberia.
En Moscú y San Petersburgo, las autoridades han desplegado fuertes dispositivos policiales a la espera de que los partidarios de Navalni empiecen en breve sus acciones de protestas, prohibidas por las respectivas autoridades municipales de esas ciudades.
El Ayuntamiento de Moscú ha advertido de que la policía puede actuar contra los ciudadanos que se sumen a la manifestación, calificada de “provocación y una total irresponsabilidad” por Vladímir Chérnikov, jefe municipal de Seguridad.
El funcionario se dirigió este viernes a los moscovitas para que “estén atentos a lo que suceda en el centro de la ciudad”, y advirtió de que “esta cuestión está dentro de la competencia de las fuerzas del orden”.
Navalni, el opositor con más tirón entre los descontentos al Kremlin, ha convocado una marcha por la céntrica calle Tverskaya pese a la prohibición del Ayuntamiento, que le ofreció otros lugares en la periferia de la ciudad para su convocatoria.
La protesta tiene lugar a dos días de la investidura del presidente ruso, Vladímir Putin, bajo el lema “No es nuestro zar”.
El líder opositor hizo campaña electoral para las elecciones presidenciales del pasado 18 de marzo, pero no pudo concurrir a los comicios por sus antecedentes penales en un caso que Navalni califica de persecución política.