Internacional
Clérigo nacionalista Moqtada Sadr gana las legislativas de Irak tras el recuento
10 de agosto de 2018
La alianza del nacionalista Moqtada Sadr y los comunistas confirmó su primer puesto, con 54 escaños, en las elecciones legislativas del 12 de mayo en Irak, tras el recuento manual de los votos, anunció este viernes la comisión electoral.
Aliado con los comunistas, el dirigente chiita confirmó su primera posición con 54 escaños en las primeras elecciones organizadas tras la victoria sobre el grupo Estado Islámico (EI). El hizo temblar al país durante tres años controlando un tercio de su territorio, incluyendo Mosul, la gran ciudad del norte, de la que los yihadistas hicieron su «capital».
Se decidió hacer este recuento a causa de los supuestos fallos ocurridos durante el recuento electrónico y las sospechas de manipulación, si bien el resultado final no cambió radicalmente.
El único cambio en los resultados del recuento manual se da en la Alianza de la Conquista, una agrupación de antiguos combatientes antiyihadistas cercanos a Irán, que ganó una banca en detrimento de una lista local de Bagdad.
Se mantiene no obstante en segunda posición, con 48 escaños del total de los 329 del Parlamento iraquí, precisó en un comunicado la comisión, compuesta por nueve jueces.
La lista del primer ministro saliente, Haider Al Abadi, sigue en tercera posición, con 42 escaños, seguida de la del laico Iyad Alawi, que cuenta con numerosas figuras sunitas (21 escaños) y la lista del dignatario chiita Amar al Hakim (19).
Debido al sistema electoral proporcional, ninguna lista puede obtener por sí misma la mayoría absoluta, por lo que deben buscarse alianzas.
La Corte Suprema aún debe proclamar los resultados definitivos, y después el presidente saliente de la República tiene 15 días para convocar el nuevo Parlamento, que debe elegir un nuevo jefe de Estado que elegirá al primer ministro en el seno de la coalición mayoritaria.
Elegir un primer ministro
Las negociaciones siguen su curso y las reuniones se van sucediendo, mientras que los movimientos de protesta permanecen vivos, especialmente en el sur del país.
Entre la población, crece la ira contra la corrupción, el desempleo o la ausencia de servicios públicos, a pesar de las colosales sumas invertidas, parte de las cuales acabó en los bolsillos de políticos y altos funcionarios.
Para intentar calmar a las masas y mantenerse en el puesto, el primer ministro destituyó al ministro de Electricidad y a cuatro directores generales de este ministerio, a causa de los frecuentes cortes de corriente mientras las temperaturas rozaban los 50 ºC.
Moqtada Sadr, que hizo campaña contra la corrupción y organizó cada semana manifestaciones contra esta lacra, presentó a los otros partidos una lisa de 40 propuestas, principalmente sociales, y declaró que si éstas eran rechazadas, se iría a la oposición.
Por primera vez desde la instauración del multipartidismo en 2005, tras la caída de Sadam Husein y la asunción del poder por parte de los chiitas, mayoritarios en Irak, los partidos de esta comunidad se presentaron dispersos en las elecciones legislativas del 12 de mayo.
Moqtada Sadr, que había multiplicado los signos de independencia respecto a Irán, llegando incluso a realizar una visita a Arabia Saudita, gran rival de Teherán, resultó vencedor de las legislativas liderando una inédita alianza con los comunistas.
Desde entonces Irán, país de confesión chiita, intenta maniobrar. El influyente general Ghasem Soleimani, emisario iraní regularmente implicado en asuntos iraquíes, intentó constituir una coalición sin Sadr.
Pero al ver que era difícil descartarlo, Teherán intenta ahora incluirlo en una amplia alianza chiita para neutralizarlo.
AFP