Colombia prohibió este martes la comercialización y uso de biopolímeros, utilizados en tratamientos estéticas para aumentar el tamaño de los glúteos o los senos, e impondrá penas de prisión a quienes los inyecten en sus pacientes.
El presidente izquierdista Gustavo Petro sancionó una ley que regula el «uso, comercialización y aplicación» de «sustancias modelantes no permitidas -biopolímeros-«, según la normativa aprobada por el Congreso el 17 de agosto.
A diferencia de las prótesis, los biopolímeros no encapsulados se inyectan y se expanden dentro del cuerpo. Contienen sustancias sintéticas como parafina y silicona líquida.
Su uso puede causar complicaciones de salud o llevar a la muerte al paciente, razón por la que en países como el vecino Venezuela está prohibido desde 2012.
En adelante la ley impondrá penas de cárcel de entre más de dos años a 10 años a quien «inyecte o infiltre en el cuerpo de otra persona sustancias modelantes no permitidas», además de multas entre unos 42.000 y 70.000 dólares.
Si es un médico el que realiza el procedimiento, se expone a una pena de entre ocho y 15 años tras las rejas, a ser inhabilitado para practicar su profesión por cinco años y pagar entre 56.000 y 84.000 dólares.
El senador derechista Carlos Fernando Motoa, promotor de la ley, celebró que la nueva normativa «impulsa la creación de un registro nacional de centros de venta, profesionales y/o clínicas dedicadas a los procedimientos estéticos».
«Protege a la mujer colombiana contra profesionales de la salud inescrupulosos y clínicas de garaje (irregulares) que estarían inyectando estas sustancias sin ningún reparo», en un país donde «95% de las víctimas de los biopolímeros son mujeres», aseguró Motoa en la red X, antes Twitter.
Colombia es uno de los países más atractivos del mundo para extranjeros que buscan realizarse procedimientos estéticos, junto con México, Turquía y Tailandia, según la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (Isaps, en inglés).