Una de las palabras que más se repiten en la contienda para elegir al nuevo presidente de México es corrupción.

Pero no es sólo una estrategia de campaña o tema en los debates, ya que en los últimos años el término resulta familiar a millones de mexicanos que han atestiguado decenas de denuncias y escándalos por desvío de recursos públicos.

También por contratos de servicios gubernamentales asignados a empresas “fantasma”, y hasta accidentes mortales por obras públicas mal realizadas.

Eduardo Huchim, exconsejero electoral en la capital del país comento a BBC Mundo que  “No hay semana en que no se revele, desde hace unos cuatro años, algún caso de corrupción, unos más graves que otros”.

Añade también que ” este gobierno está inmerso en una corrupción asfixiante que hace que la pobreza no se combata de manera efectiva, o no haya recursos para hospitales. Carencias que tiene insatisfecha a la población”, afirmó a BBC Mundo.

Huchim es uno de los muchos  críticos y especialistas que observan con total nubosidad el plano electoral en México, debido a los innumerables casos de corrupción, narcotráfico y demás delitos que rodean tanto al gobierno de Peña Nieto como a los pasados gabinetes presidenciales.

No solo funcionarios se ven salpicados de estos casos, ya que hasta la esposa del actual mandatario ha sido blanco de duras críticas debido a la compra de una mansión valuada en siete millones de dolares, la cual era propiedad de una empresa que fue beneficiada cuando Peña Nieto fue gobernador del Estado de México, dicha empresa aun tiene contratos de exclusividad con la presidencia y es objeto de múltiples investigaciones por parte del observatorio de gastos públicos, una institución privada que sigue de cerca los posibles hechos de corrupción y desviación de fondos estatales.

(Daniel Puentes/ Pasante UBA)