Internacional
Corte Suprema peruana anula indulto a Fujimori, que es ingresado en una clínica
4 de octubre de 2018
La Corte Suprema peruana anuló este miércoles el indulto humanitario y ordenó la captura inmediata del expresidente Alberto Fujimori, libre desde diciembre tras una polémica decisión del entonces mandatario Pedro Pablo Kuczynski.
Horas después, el exgobernante, de 80 años, fue ingresado a una clínica de Lima, donde permanecerá por tiempo indeterminado mientras es sometido a exámenes, informó en la noche su médico de cabecera, Alejandro Aguinaga.
Fujimori fue internado por «haber sufrido una descompensación, con un aumento de latidos cardiacos. Sufrió una caída de la presión, por ese motivo fue trasladado a la clínica para una serie de evaluaciones y tratamientos», dijo Aguinaga a la prensa.
El juez Hugo Núñez, del juzgado de investigación preparatoria de la Corte Suprema, tomó la decisión de devolverlo a prisión al estimar fundado el pedido de familiares de las víctimas «de no aplicación del indulto humanitario en favor de Alberto Fujimori», señaló el Poder Judicial en Twitter.
El juez dictó entonces orden de captura contra Fujimori, quien vivía solo en el barrio residencial de La Molina, al este de Lima.
El médico de Fujimori criticó el fallo judicial. «Hay una indignación por lo resuelto por el juez, que ha cometido una injerencia en la decisión presidencial», afirmó Aguinaga, agregando que «es un exceso para una persona que tiene 80 años».
En cambio, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) destacó que el fallo significa una gran «victoria para las víctimas y un paso adelante en la lucha contra la impunidad».
«Indultar a Fujimori era acto político que ignoraba la proporción entre el perdón de la pena y la gravedad de los delitos de lesa humanidad», tuiteó el secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrao.
«Al final se hizo justicia», manifestó por su parte Rosa Rojas, quien perdió a su hijo de 8 años y a su marido en 1991 en una de las matanzas por las que fue condenado Fujimori.
Fujimori se benefició del indulto concedido por Kuczynski en víspera de Navidad, tres días después de que el entonces mandatario de centroderecha se salvara de ser destituido por el Congreso por haber mentido sobre sus lazos con la cuestionada empresa brasileña Odebrecht, que le llevaron a renunciar a la presidencia tres meses después.
La hija del exgobernante, la influyente líder opositora Keiko Fujimori, lamentó la decisión judicial, calificándola de «inhumana».
«El día de hoy es el día mas triste de nuestras vidas, es doloroso», declaró Keiko, llorando ante los periodistas.
– Dos apelaciones –
Fujimori, quien gobernó de 1990 a 2000, fue condenado a 25 años de prisión por las matanzas de Barrios Altos y la universidad La Cantuta, perpetradas en 1991 y 1992 por un escuadrón de la muerte integrado por militares.
Acompañado por su hijo menor, Kenji Fujimori, el expresidente fue trasladado en ambulancia hasta la Clínica Centenario Peruano Japonesa, en la que había estado internado antes varias veces por problemas de salud.
«Como hijo de Alberto Fujimori es mi deber humano estar con él en sus momentos más difíciles», tuiteó Kenji.
Paralelamente, el abogado de Fujimori, Miguel Pérez, presentó dos apelaciones, una para impugnar la anulación del indulto y otra para pedir que su cliente permanezca en libertad mientras la justicia analiza su primer recurso.
En junio, la Corte Interamericana de Derechos Humanos dispuso que el indulto a Fujimori fuera revisado por presuntos errores en el proceso y dio octubre como fecha límite para pronunciarse.
– Enfermo –
El expresidente tiene problemas crónicos de salud, como hipertensión, arritmia cardiaca y un cáncer en la lengua, que lo llevaban a la clínica frecuentemente.
Recibió el indulto humanitario en diciembre de 2017 tras doce años en prisión, mientras cumplía una sentencia de 25 años por crímenes de lesa humanidad ocurridos durante su gobierno 1990-2000.
Desde que recuperó su libertad hace 10 meses, el ingeniero y matemático Fujimori se recluyó a escribir, cultivar plantas en el jardín -una de sus pasiones-, unir a su dividida familia -dos de sus hijos, Keiko y Kenji están peleados- y alternar con sus cuatro hijos y dos nietas.
«En los contados años que me quedan me dedicaré a tres objetivos: unir a mi familia, mejorar en lo que pueda mi salud y hacer un balance equilibrado y sereno de mi vida. Esos son mis tres principales metas al cumplir mi octava década de existencia», dijo Fujimori en julio con motivo de su 80 cumpleaños en un texto manuscrito enviado a la AFP.
AFP