Internacional
Denuncian trabajo forzoso de estudiantes en subcontratistas de Apple en China
30 de octubre de 2018
Apple abrió una investigación en China tras la publicación de un informe sobre trabajo forzoso de estudiantes en la planta de un subcontratista que fabrica los relojes conectados del gigante informático estadounidense.
Los estudiantes son forzados a trabajar, a veces durante la noche, en las plantas del fabricante electrónico Quanta, subcontratista de Apple, so pena de no obtener el diploma de la escuela técnica en la que estudian, denunció la ONG Estudiantes y Universitarios contra los Abusos de las Empresas (SACOM, por sus siglas en inglés).
«Si rechazamos trabajar aquí, la escuela no nos entrega el certificado de estudios», afirmó una persona citada en el informe.
La ONG hizo una investigación ante 28 personas en el sitio de producción de relojes Apple Watch situado en Chongqing (suroeste).
Todos declararon que no trabajaban ahí en forma voluntaria y trabajar con el estatuto de «becarios», una práctica muy difundida en China, donde las fábricas se asocian con escuelas técnicas para obtener mano de obra a vil precio en los períodos de mucha producción.
«Somos robots en las cadenas de producción», afirma un joven de 18 años citado en el informe.
Otros se quejan de verse obligados a trabajar durante la noche. «La fábrica no podría funcionar sin los estudiantes pasantes», afirma uno de ellos.
La empresa Quanta, de origen taiwanés y que produce también para otras grandes marcas, se negó a hablar del tema con la AFP.
Por su parte, Mais Wei Gu, una portavoz de Apple, indicó que el gigante californiano «lleva a cabo una investigación urgente sobre las denuncias de reclutamiento de estudiantes becarios en septiembre» en las fábricas que trabajan para el grupo.
En 2010, una ola de suicidios había afectado otro fabricante de Apple en China, el grupo taiwanés Foxconn, número uno mundial de la subcontratación electrónica.
Apple vendió decenas de millones de relojes Apple Watch, de los cuales algunos modelos cuestan más de 1.000 euros, desde su lanzamiento hace tres años. AFP