Internacional
EE. UU: «Colombia es clave para restaurar la democracia en Venezuela»
7 de febrero de 2018
Estados Unidos abrió este martes la posibilidad de “redireccionar” hacia Colombia los recursos destinados para ayudar a aliviar la crisis humanitaria en Venezuela.
Así lo manifestó el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, luego de una reunión con el presidente Juan Manuel Santos en la Casa de Nariño.
Tras el encuentro, que duró más de una hora, Tillerson se refirió a la situación que padecen los venezolanos debido al régimen de Nicolás Maduro y admitió que Colombia es una de las naciones más afectadas por esa situación, reseñó el diario El Tiempo de Bogotá.
“Podríamos redireccionar esta ayuda a los venezolanos que han tenido que abandonar Venezuela para venir a Colombia. Hablamos de este tema con el Presidente y vamos a poder analizar cuáles son las posibilidades de que esto se pueda utilizar de esa manera”, afirmó Tillerson.
El Secretario de Estado se refería a unos fondos –cuyo monto no reveló– que su país había destinado para atender a los venezolanos y, según dijo, no se han podido entregar hasta el momento.
Previamente, Tillerson aseguró que el “único objetivo” de la administración de Donald Trump es que en Venezuela “se vuelvan a respetar las instituciones” y se lleven a cabo “elecciones libres y justas”.
“Nosotros nos vemos muy afectados viendo lo que está sucediendo en Venezuela, que es un país fantástico, y también se nos rompe el corazón ver el efecto que esto tiene en Colombia”, aseguró el funcionario estadounidense.
Estados Unidos y Colombia coinciden en su interés por presionar la salida de Maduro.
‘Fracasada revolución’
El presidente Santos también aprovechó la presencia del delegado de la Casa Blanca para reiterar sus críticas a Maduro. Dijo que la situación del pueblo venezolano es “fruto de la fracasada revolución que abandera” el presidente del vecino país, el cual mantiene un “régimen dictatorial”.
Santos le reiteró a Tillerson que Colombia no reconocerá los resultados de las elecciones venezolanas hasta que estas no sean “limpias y transparentes”.
El otro punto que copó la agenda de Santos y Tillerson fue el de la lucha contra las drogas ilícitas, el cual es una de las prioridades de Washington.
Sobre este asunto, Estados Unidos le dio su voto de confianza a los programas de sustitución voluntaria de cultivos y erradicación forzada en los que avanza Colombia, aunque dejó claro que este respaldo está sujeto a que el éxito de esos procesos se demuestre con cifras.
“Realmente me siento sumamente alentado por lo que el Presidente compartió conmigo en la reunión bilateral. Lo más importante es ver los resultados. Tenemos que ver que la tendencia se revierta y ver la reducción de la cantidad de áreas sembradas con cultivo de coca”, dijo Tillerson.
Santos le había explicado a su contraparte que las hectáreas erradicadas forzosamente ya llegaron a 54.000 y que al final del año esperan que sean 115.000.
Al ser consultado sobre la preocupación expresada por el presidente Trump en relación con la poca cooperación de algunos países en la lucha antidrogas, Santos dijo no creer que “estuviera haciendo referencia explícita” a nuestro país.
“Colombia no se burla de este tema, que es importantísimo para nosotros porque, de hecho, es un asunto de seguridad nacional”, aseguró Santos.
La reunión sirvió para fortalecer los lazos entre Colombia y EE. UU., y quedó claro que las relaciones pasan por un buen momento y no existen diferencias de fondo entre ambos gobiernos.
Más coincidencias que diferencias entre los dos gobiernos
La cita entre el presidente Juan Manuel Santos y el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, la noche de este martes en Bogotá, dejó en evidencia que aun en los temas más críticos, como el de las drogas, ambos países tienen más afinidades que desacuerdos.
Aunque había temor de que Estados Unidos le cobrara muy duro a Colombia el aumento en los cultivos ilícitos, lo que ocurrió es que los dos líderes aceptaron las responsabilidades políticas de sus países en la gravedad del problema y se comprometieron a seguir trabajando juntos en busca de objetivos comunes.
“Estamos de acuerdo en que nuestros países tienen una responsabilidad compartida en este problema. No hay demanda sin oferta ni oferta sin demanda”, dijo Santos en dos ocasiones frente a Tillerson, a lo que este asintió.
El delegado de la Casa Blanca dijo que Santos le describió todas las acciones que su gobierno ha puesto en marcha para luchar contra las drogas y confesó que su gobierno se siente “alentado” con los esfuerzos de Colombia.
Tal vez lo más significativo de la jornada fue el anuncio de Estados Unidos de que va a estudiar el otorgamiento de ayuda económica a Colombia para atender la cada vez mayor migración procedente de Venezuela.
Si bien el secretario Tillerson no reveló de cuánto será la ayuda económica, Colombia sí cuenta desde hoy con un aliado que le ayudará a sufragar los altísimos costos de la atención a cientos de miles de venezolanos que huyen del régimen dictatorial de Nicolás Maduro.
Según estadísticas del Gobierno y de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el número de venezolanos en Colombia supera hoy la cifra de 600.000, y “está al alza”.
El presidente Santos irá este jueves a Cúcuta, donde revelará un paquete de medidas especiales dirigidas a mejorar la atención de los refugiados.
Colombia y Estados Unidos están plenamente de acuerdo en seguir ejerciendo presión para precipitar la salida del presidente Maduro del poder, a quien consideran un “dictador”, y en no reconocer los resultados de las elecciones presidenciales anunciadas por el régimen para el primer semestre de este año.
También se despejó cualquier fantasma de crítica, reclamo u oposición del gobierno de Washington al proceso de paz con las guerrillas.
Aunque Tillerson sí dijo que Washington entiende que el aumento de los cultivos ilícitos es consecuencia del proceso de paz, también es claro que hay confianza en el liderazgo de Colombia.