Internacional
EEUU dispara una nueva salva de aranceles en su guerra comercial con China
24 de septiembre de 2018
Estados Unidos comenzó a aplicar este lunes aranceles del 10% a bienes chinos importados por valor de 200.000 millones de dólares, un paso más en la guerra comercial con China, que acusa a Washington de «intimidación» basándose en «acusaciones falsas».
Los aranceles comenzaron a aplicarse en el primer minuto de este lunes (04H01 GMT) y se espera que Pekín responda con aranceles de entre 5% y 10% a productos estadounidenses por valor de 60.000 millones de dólares.
Los aranceles anunciados por el presidente Donald Trump ya afectan al 12% de las importaciones totales de Estados Unidos este año.
Desde que entró a la Casa Blanca, en enero de 2017, Trump reclama a China poner fin a prácticas comerciales que considera desleales y que según él restan inversiones y destruyen empleos en Estados Unidos.
«Estas prácticas son una grave amenaza a largo plazo para la prosperidad económica de Estados Unidos», dijo al anunciar los nuevos aranceles la semana pasada.
Pekín respondió el lunes acusando a Estados Unidos de hacer «acusaciones falsas» y de utilizar «el aumento de los aranceles y otros medios de intimidación económica, para intentar imponer sus propios intereses en China por la vía de una presión extrema».
La crítica la emitió el Consejo de Estado chino en un documento sobre las tensiones económicas y el comercio con Washington, estimando que desde la llegada de Trump «con el lema ‘Estados Unidos primero'» Washington adoptó «el unilateralismo, el proteccionismo y la hegemonía económica».
El domingo, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, aseguró a la cadena Fox que iban «a ganar» la guerra comercial.
La medida de reciprocidad de Pekín sobre productos estadounidenses por 60.000 millones de dólares comenzará a aplicarse poco después de la de Estados Unidos.
China elaboró una lista de 5.200 bienes estadounidenses con aranceles de entre 5% y 10% que incluyen productos clave para Estados Unidos, como el gas natural licuado, la electrónica, el aceite de menta, el cuero de cerdo y los preservativos.
Las nuevas medidas de Pekín suponen que China impondrá aranceles a productos estadounidenses por un valor total de 110.000 millones de dólares, es decir, casi todo lo que China compra a Estados Unidos.
– «Fase tres» –
Trump amenaza ahora con pasar a la «fase tres» de la guerra comercial, con aranceles a productos por un monto adicional de 267.000 millones de dólares, es decir, todos los bienes que Estados Unidos compra a China.
La esperanza de resolver el conflicto se diluye tras el anuncio del Wall Street Journal que Pekín canceló una visita de su equipo negociador a Washington prevista entre el 27 y el 29 de septiembre.
Las últimas negociaciones, en agosto, no concluyeron con avances.
El Fondo Monetario Internacional advirtió la semana pasada que el enfrentamiento comercial entre China y Estados Unidos podría tener un «impacto significativo» en ambas economías.
Y la agencia de calificación financiera Ficht recortó su estimación de crecimiento económico en China para 2019.
La nueva salva a las importaciones de productos chinos llevará los aranceles a 10% hasta fin de año y a partir de ahí a 25%.
Los productos de la lista estadounidense incluye receptores de voz digitales, módulos de memoria, procesadores o fotocopiadoras.
Sin embargo Washington tuvo que retirar de la lista inicial unos 300 tipos de productos —como relojes inteligentes, aparatos de bluetooth, sillas de coche y alzadores para niños o cascos de bicicleta— por las quejas de empresas como Walmart o Apple.
Walmart advirtió que si se imponen más aranceles a productos chinos no tendrá otra opción que aumentar los precios en sus tiendas.
Las autoridades estadounidenses insistieron en que la puesta en marcha escalonada dará tiempo a las empresas para encontrar nuevos proveedores.
Los analistas, que acusan a Estados Unidos de lanzar «la mayor guerra comercial de la historia», creen que Pekín podría ahora tomar medidas más duras contra empresas estadounidenses en China o restringir las exportaciones de productos cruciales. AFP