Internacional
EEUU y UE son prudentes sobre el Poder Electoral mientras tantean escenarios
23 de mayo de 2021
Estados Unidos y la Unión Europa son prudentes tras la conformación del nuevo directorio del CNE. El internacionalista Carlos Romero enfatiza que las discrepancias de la oposición tienen eco en las posturas de la comunidad internacional sobre el Poder Elector designado por la Asamblea Nacional de Maduro
EEUU y la Unión Europa (UE), tras la conformación del nuevo directorio del Consejo Nacional Electoral (CNE), tienen posturas que desembocan en la cautela. Estas visiones parecen no ser excluyentes del saludo al Acuerdo de Salvación Nacional propuesto por el presidente de la Asamblea Nacional de 2015, Juan Guaidó.
TalCual consultó a un grupo de internacionalistas quienes señalan que los actores extranjeros siguen con atención la dinámica interna. Pero las discrepancias opositoras, más el contexto regional, motivan diferentes reacciones sobre Venezuela.
“En el caso de Estados Unidos siento que hay una gran prudencia por diversas razones. La primera es la complejidad de la situación mundial y la cantidad de temas desafiantes prioritarios: China, Rusia, Irán y ahora se sumó Israel, Palestina. América Latina en general no es una urgencia ni una gran prioridad en este momento, y creo que quieren ir con prudencia para ir evaluando lo heterogéneo que está el escenario. Creo que la mayor prioridad en América Latina es la migración, el Triángulo Norte en Centroamérica«, expresa el internacionalista Félix Arellano.
Desde su perspectiva, eso origina que el tema venezolano sea manejado con cautela para ir evaluando escenarios «muy en coordinación con la Unión Europea y cuidando el contexto latinoamericano porque crecen los gobiernos de izquierda por darle un nombre”.
La subsecretaria interina de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de EEUU, Julie Chung, manifestó que su país respalda “una solución integral y negociada a la crisis en Venezuela”.
Chung señaló que esa solución pasa por abarcar los aspectos necesarios para que se celebren elecciones libres y justas. Pero dijo que corresponde a los venezolanos decidir si confían o no en que el nuevo Poder Electoral ofrezca esas condiciones.
Arellano puntualiza que Estados Unidos, en medio de tantas prioridades y complejidad, prefiere ir más lentamente.
“Estados Unidos trata de no echar leña al fuego, mantener el panorama como está. Tratan de mantener la presión vía las medidas, las sanciones, conscientes de que vendrá una revisión. En el mediano plazo, podría ser a finales de año, puede venir un cambio de estrategia cuando ya haya más claridad en el panorama, mejor definición de la oposición democrática venezolana, que es clave porque las divisiones todas están tocando la puerta de la comunidad internacional y entonces una coordinación mínima también de la oposición, con sus diferencias, pero coordinadas en mínimos fundamentales, es clave”, subraya Arellano.
En ese sentido, el internacionalista cree que, en el mediano plazo, Estados Unidos va a definir una estrategia.
“La situación interna se le está complicando a Joe Biden. El partido Republicano se está tornando más radical, en la medida que lo controla más Donald Trump y en el propio partido Demócrata las divisiones se pueden estar exacerbando. Lo vimos en el caso de Israel”, agrega.
Las voces en EEUU
Para el internacionalista Carlos Romero, en el Departamento de Estado de los Estados Unidos actualmente no hay una unidad sobre el caso venezolano.
“No olvidemos que estamos en un gobierno demócrata donde hay sectores mucho más ‘de izquierda’ que tienen una posición más favorable al caso venezolano y otros con posición más radical parecida a la que se heredó de Donald Trump. Hasta ahora no ha habido un cambio sustancial en la política de Estados Unidos hacia Venezuela, por tanto la posición de Guaidó, de alguna manera, pone a prueba sobre si van a seguir con la política de sanciones ya llevada desde tiempos de Obama, o si van a llegar a un entendimiento. Hasta ahora, la situación se mantiene igual que en enero de 2021”, asegura.
El embajador de Estados Unidos para Venezuela, James Story, ha advertido que “no es suficiente” que haya una nueva designación del CNE para garantizar elecciones libres y justas. Para el funcionario, quien ha sido tajante, el gobierno de Nicolás Maduro debe tener gestos como levantar la inhabilitación de los partidos políticos, detener la represión por parte de los funcionarios de seguridad y la liberar a todos los presos políticos.
«En la medida que la oposición se fragmenta se debilita la estrategia. Miraflores juega fundamentalmente para que la fragmentación, la división se mantenga, se agrave, se incremente, se complique. Ese es su objetivo fundamental porque eso reduce la presión interna, pero también tiene consecuencias en el ámbito internacional. Debilita la estrategia, pone a la comunidad internacional en una situación un tanto ambigua, confusa», ataja Félix Arellano.
Pregunta: ¿A quién atienden en Bruselas? «Parece que todos quieren tocar la puerta de Bruselas y si van con propuestas contradictorias, le complican la situación a la comunidad internacional».
Carlos Romero enfatiza que las discrepancias de la oposición venezolana tienen eco también en las posturas de Estados Unidos y de la Unión Europea sobre el nuevo CNE.
Refiere que en EEUU ha habido varios voceros, con lo cual no puede afirmarse que piensa lo mismo el presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Representantes que el Departamento de Estado, ni tampoco los analistas ligados a Washington.
“En la Unión Europea también ha habido posiciones muy fuertes como el caso de Francia y de Alemania, que difieren de la cierta manera de las posiciones oblicuas que ha tenido el comisionado de asuntos exteriores, Josep Borrell. En términos generales, creo que el nombramiento de la nueva directiva del CNE no va a ser importante en la medida en que no haya una posibilidad real de conversar entre los sectores alrededor de Guaidó y los sectores alrededor del régimen venezolano», afirma Carlos Romero.
Refiere que hay un sector de representantes que están a favor de entender que el nombramiento de la directiva del CNE es un primer paso. Pero, insiste, en que «no hay consenso ni en el régimen, ni en el gobierno provisional de Guaidó sobre que hacer a partir de ahora en materia electoral”.
En ese sentido, el internacionalista Juan Francisco Contreras plantea que hay un cambio de estrategia porque la política norteamericana se basa en esperar y ver resultados.
«Se han estado enviando señales de ambas partes, por parte del gobierno de Maduro, el tema de haber dado casa por cárcel a funcionarios de Citgo que estaban detenidos; el reconocimiento del asesinato del concejal Fernando Albán y del capitán Rafael Acosta Arévalo es otra señal; y el tema del CNE, donde se incluyeron personas de la oposición. Son señales que no son suficientes para determinar la verdadera intención de cambio del señor Maduro, pero Estados Unidos está esperando cómo se materializan», asevera.
Por su parte, Félix Arellano esboza que hasta ahora el presidente Joe Biden, ha tratado de que la alianza bipartidista se mantenga y que exista una buena relación con el partido Republicano para la cantidad de proyectos que van a ir al Congreso.
“Lo que ocurre es que eso se está deteriorando, en la medida que la fuerza de Donald Trump se incrementa en el partido, se empiezan a intensificar las tensiones con Biden. Ahí puede entrar el tema venezolano, ahí pudiera irse deteriorando el acuerdo bipartidista, la naturaleza bipartidista del tema”, advierte.
Primer paso
La posición de la Unión Europea actualmente está más clara y más protagónica sobre la situación nacional, ataja Félix Arellano. Atribuye esto, en parte, al papel especial de España.
“No es por el tema venezolano, España siempre ha tenido un papel más activo cuando se trata de América Latina, es oída, es consultada, tiende a tener un mayor liderazgo. No es que se hace lo que España diga, pero influye mucho y en estos momentos más por el Partido Socialista, por Pedro Sánchez, por su canciller y por el Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borrell, que es español. Está moviendo más activamente la estrategia con miras a darle más espacio a la salida democrática”, ataja.
El analista añade que en la UE existe más espíritu para oír a toda la diversidad de la oposición venezolana. “Siento que el gobierno de Estados Unidos cuida de atender más a Guaidó, mientras que la Unión Europea cuida de atenderlos a todos de manera más equilibrada”, expresa.
Para Juan Francisco Contreras, las posiciones de la comunidad internacional están muy ligadas al seguimiento de los escenarios internos y se mantienen pendientes a ver sí hay avances.
“Todos apuestan a que se produzca un cambio de forma pacífica, electoral y democrática, no cambios gatopardianos, de esos en los que se cambian algunas cosas para no cambiar nada”, puntualiza Contreras.
Como parte de la prudencia que los analistas atribuyen a la comunidad internacional, el portavoz principal del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), Peter Stano, dijo que «la designación del Consejo Nacional Electoral es un primer paso y parte de un proceso que seguiremos evaluando».
En sus declaraciones, el 5 de mayo, Stano sostuvo que el proceso debe ser liderado por los venezolanos e incluir elementos que garanticen un proceso electoral creíble, inclusivo y transparente. «La UE seguirá apoyando el diálogo y los esfuerzos en curso para superar el actual estancamiento por medios pacíficos y democráticos dirigidos por Venezuela», indicó.
El internacionalista Juan Francisco Contreras recuerda que la mayoría del Parlamento Europeo no reconoce a Maduro ni al Parlamento electo en 2020.
Grupo de Lima hace mutis
Del Grupo de Lima no ha habido pronunciamientos recientes. La respuesta a este silencio, según el internacionalista Carlos Romero, es clara: «Fue un grupo informal, una alianza, en el sentido tradicional, para apoyar el proceso de Guaidó. No está en su mejor momento porque se ha salido Argentina, ha costado hacer reuniones y el asunto colombiano le quitó organicidad».
El debilitamiento del Grupo de Lima ha sido generado por las razones internas de América Latina, que van desde la pandemia hasta los cambios de gobiernos, acota Félix Arellano.
«Entonces los gobiernos duros contra Miraflores se han debilitado. Ayer era Sebastián Piñera que está en un 7% de popularidad, pero hoy también es Iván Duque que está en una crisis interna donde la agenda internacional baja de relevancia. No obstante que el caso venezolano es fundamental para ellos porque es la frontera y porque Apure lo ha exacerbado, pero ya el protagonismo en la solución tiende a disminuir porque los problemas internos acaparan la atención. Entonces tenemos un Grupo de Lima más debilitado, pero una Unión Europea más fortalecida«, destaca Arellano.
EEUU y UE respaldan acuerdo
Uno de los aspectos importantes en la posición internacional sobre la crisis venezolana es el Acuerdo de Salvación Nacional planteado por Guaidó. El internacionalista Juan Francisco Contreras recuerda que el representante de la política exterior de la UE ha insistido en que deben respetarse los procesos de negociación.
«Están muy claros en que para lograr una negociación tiene que haber disposición de las partes. No se puede hacer un proceso para volver a fracasar. El objetivo no es sentarse ni dialogar, sino resolver la situación de Venezuela», dice Contreras.
Agrega que más que las elecciones regionales de este año, la salida electoral que se busca son las presidenciales y las que apunten hacia un Parlamento legítimo. «La negociación es un medio, no el objetivo ni la panacea, es un medio para lograr el objetivo que es el cambio político», puntualiza el analista.
¿Cuáles han sido las reacciones internacionales sobre el Acuerdo de Guaidó?
El 20 de mayo, el embajador de Estados Unidos para Venezuela, James Story, ratificó el respaldo del gobierno de Biden a la propuesta de Juan Guaidó. “Solo a través de una negociación integral, como estableció el presidente interino Guaidó en su Acuerdo de Salvación Nacional, los venezolanos pueden crear las condiciones para restaurar la democracia y permitir que todos los venezolanos ejerzan plenamente sus libertades“, esgrimió Story.
Por su parte, el portavoz de Exteriores de la UE, Peter Stano, indicó que la Comunidad Europea respaldará “todos los esfuerzos de diálogo” liderados por actores venezolanos. Indicó que la única salida sostenible a la crisis pasa por unas negociaciones políticas que conduzcan a unas elecciones “creíbles, transparentes e inclusivas” a nivel local, legislativo y presidencial.
Un acuerdo para salvar a Venezuela necesita de todos: la mayor y mejor unión posible, el acompañamiento de la comunidad internacional, la movilización interna por nuestros derechos y atender a los más vulnerables.
¡Elecciones libres y justas ya!#SalvemosAVenezuela pic.twitter.com/zpgjjYZFdt
— Juan Guaidó (@jguaido) May 20, 2021
El internacionalista Carlos Romero, indica ha habido un cambio en las posiciones extremistas que tenía Estados Unidos y algunos gobiernos de la Unión Europea sobre posibilidad de llegar a una negociación con el gobierno de Maduro.
«Hay una posición más flexible del gobierno de los Estados Unidos sobre la apuesta del mecanismo electoral pudiera servir para llegar a ese acuerdo de entendimiento nacional. La primera limitación es que ninguno de los actores principales, el régimen de Maduro y el gobierno provisional de Guaidó han roto con sus objetivos principales: el régimen de Maduro le dice a Guaido que va a negociar solo si le quitan las sanciones, y el gobierno provisional de Guaido pide incluir la elección presidencial en el paquete de las megaelecciones», refiere Romero.
Félix Arellano, por su parte, subraya que un actor internacional que se encuentra en buen momento es el Reino de Noruega. «El Reino de Noruega tendría en este momento el apoyo de todos y lo que pasa es que Miraflores no termina de definir cuál formato de negociación utilizar porque está muy dudoso realmente de negociar», señala.
¿Cuál sería el incentivo para Miraflores? «Tiene algún interés, creo que la crisis financiera, suavizar las sanciones, pero creo que ahí están pensando que preferirían negociar directamente con la Casa Blanca y no con intermediarios», concluye Arellano.