Lima, Perú | AFP | El desértico cerro San Cristóbal de Lima, en cuyas faldas viven más de 60.000 personas en modestas viviendas, se convirtió este martes en un gigantesco mural multicolor que entrega un mensaje de alegría en la capital peruana.
El barrio Leticia es el epicentro de las miradas después de nueve meses de trabajo en plena pandemia, en que docenas de entusiastas vecinos concluyeron las labores de pintura con el fin de mejorar su entorno en el marco del denominado “Proyecto Arcoíris”.
Ese popular cerro ha sido durante décadas asociado a una de las zonas más densamente pobladas de la capital peruana y a la pobreza, y por extensión a la tristeza, una característica reforzada en el imaginario popular por la monocromía del monte y de sus rústicas viviendas.
“Cada vez que salgo a la puerta veo el color, me siento más alegre, eso es lo más importante de esta obra”, dice a la AFP Daniel Manrique, un muralista y pintor de 37 años, y uno de los impulsores de esta obra comunal.
Manrique enfatiza que predomina una sensación de satisfacción por el trabajo comunal que realizaron “porque los vecinos nos sentimos alegres y responsables, antes la gente no se preocupaba por el exterior de su casa, (ahora) la gente está tomando conciencia de la convivencia”.
El área del mural en Leticia es de 305.000 m2 y poco más de un millar de casas, tras una tarea en la que participaron más de un centenar de vecinos.
“El arte es un arma para el cambio”, agrega a la AFP Carla Magan (37), una artista muralista que participó también de la iniciativa “Proyecto Arcoíris”.
Según Magan, ese proyecto generó una transformación porque han trabajado vecinos, incluso algunos expresidiarios que antes no eran bien percibidos por otros residentes.
El cerro San Cristóbal se ubica en el distrito del Rímac, próximo al centro de Lima. Sus laderas se sobrepoblaron a partir de la década de 1930 por habitantes desplazados de otras regiones de Perú que buscaban un futuro mejor en la capital.
“El cerro creció hacia arriba en forma desordenada, vivimos un poco tugurizados”, admite Magan.
El gigantesco mural se aprecia mejor desde el aire y muestra diversas figuras de “Chakanas” (escalera en quechua la lengua de los incas).