Internacional
El Tren de Aragua ya opera en Chile: estaría involucrada en el tráfico de migrantes
24 de octubre de 2021
En los últimos meses se multiplicó la llegada de migrantes venezolanos a Chile: son miles los que arriban al país a diario para escapar de la crisis que ha golpeado fuertemente al país caribeño en los últimos años.
Las autoridades chilenas están preocupadas en cómo manejar la compleja situación pero, en las últimas semanas, se sumó un nuevo problema: el arribo de El Tren de Aragua, grupo criminal involucrado en el tráfico ilícito de migrantes en el país.
Según informó el sitio especializado InSight Crime, los fiscales chilenos abrieron al menos cuatro investigaciones con base en informes de medios locales que indican que los miembros del Tren de Aragua están involucrados en el transporte ilegal de migrantes desde Bolivia hacia Santiago de Chile.
Además, al menos nueve integrantes del grupo fueron detenidos por hacer facilitar a unos 3.600 migrantes el ingreso ilegal al país, según informó Mega Noticias la semana pasada.
La fiscal Carolina Suazo aseguró que testigos hablan de la participación del Tren de Aragua en el traslado de migrantes por cruces remotos en la frontera, en condiciones de riesgo.
Según un informe publicado en el periódico La Tercera, los primeros reportes de la presencia del grupo en Chile datan de marzo de este año, cuando cerca de 21 migrantes denunciaron que fueron atacados por hombres armados venezolanos porque se negaron a pagar por cruzar la frontera.
El Tren de Aragua se expandió por la región siguiendo las rutas de tráfico de migrantes. El año pasado, InSight Crime denominó al grupo como el “ganador criminal” del año, debido a su injerencia en Colombia, Brasil, Perú y Ecuador. En los últimos meses llegó a Chile y Bolivia.
El grupo comenzó su accionar en el estado venezolano de Aragua, donde se involucró en el tráfico de drogas y armas, y el robo de vehículos.
El drama de la migración
Con la muerte esta semana de una mujer venezolana y otra boliviana, el balance de migrantes indocumentados que fallecieron intentando cruzar la frontera entre Bolivia y Chile subió a 19 -cinco solo en octubre-, al intentar pasos clandestinos más peligrosos para lograr su fin.
El cuerpo de la venezolana Magaly González, de 64 años, fue encontrado la noche del jueves cerca de unos bofedales (sistema bioecológico andino) en el sector de Pisiga Carpa por policías y personal médico a 1,5 kilómetros al sur del poblado fronterizo de Colchane, precisó un comunicado de la municipalidad.
Dos días antes, los restos de Rosa Beyuna (47), de nacionalidad boliviana, fueron hallados a 1,6 kilómetros al sur de Colchane. La mujer sintió dolores en el cuerpo antes de perder el conocimiento y falleció “al instante”, según un informe de la policía de la zona.
Con estas dos muertes suben a cinco las registradas solo en octubre, que incluyen una menor de nueve meses de padres venezolanos que cayó al piso por un tropiezo de su madre en plena oscuridad en el Altiplano, y otras dos mujeres, una venezolana y otra haitiana.
Los migrantes caminan por el inhóspito Altiplano desafiando sus extremas temperaturas para cruzar por pasos clandestinos desde Bolivia con el fin de llegar a Colchane, en el lado chileno y a 3.650 metros de altitud. El aumento de muertes en octubre se debería “a la dispersión geográfica” de esta zona, donde los migrantes encuentran “pasos no habilitados cada vez más lejanos” y peligrosos para intentar llegar a Chile, consideró Yolanda Flores, directora de salud municipal de Colchane.
Las autoridades de Colchane estiman que desde mediados de este año el arribo de migrantes en la comuna oscila entre los 500 a 1.000 personas diarias. Este paso fronterizo empezó a ser utilizado por migrantes, sobre todo de Venezuela, desde finales de 2019, y empeoró en 2020 en un contexto de fronteras cerradas por la pandemia.
El gobierno chileno instaló esta semana en Colchane un refugio transitorio con capacidad para 200 migrantes. Más de 23.000 migrantes, en su mayoría venezolanos, ingresaron por pasos clandestinos a Chile hasta julio pasado, casi 7.000 más que los registrados durante todo el año pasado, según datos del Servicio Jesuita de Migrantes (SJM).
Con información de Infobae