Los diplomáticos y militares que organizan la evacuación de afganos hacia Francia consideran que cada avión que despega del aeropuerto de Kabul es una hazaña y saben que «todo puede interrumpirse en cualquier momento».
“No sabemos de cuánto tiempo disponemos todavía”, dice una fuente francesa que señala que las dificultades se acumulan a la entrada del aeropuerto y que la fecha límite del 31 de agosto se acerca peligrosamente.
Si Estados Unidos reafirma su objetivo de completar su retirada de Afganistán el 31 de agosto, abandonando el aeropuerto de Kabul, “para nosotros (…) eso significa que nuestra operación termina el jueves por la noche. Así que nos quedan tres días”, dijo Nicolas Roche, jefe de gabinete del ministro de Relaciones Exteriores, Jean-Yves Le Drian.
Estados Unidos, que desplegó 5.000 soldados en el aeropuerto de Kabul, no excluye quedarse más allá del 31 de agosto, pero los talibanes ya advirtieron que se oponen y que puede tener consecuencias.
“Las condiciones son cada vez más difíciles, nos obligan a adaptarnos permanentemente, cada hora”, resumió el embajador de Francia en Afganistán, David Martinon, en una teleconferencia con Le Drian y la ministra de Defensa, Florence Parly, presentes en la base aérea francesa de Al Dhafra en Emiratos Árabes Unidos.
La multitud de candidatos a la evacuación se agolpa en las tres puertas de acceso al aeropuerto complicando el trabajo.
“La puerta sur se derrumbó y tuvo que ser remplazada por contenedores blindados que obstruyen el paso, obligando a las paracaidistas británicos a hacer malabarismos para que puedan entrar” los afganos, dijo Martinon.
“Amenaza”
En el exterior del aeropuerto, los candidatos al exilio deben esperar horas, a veces días, y cuando les toca ingresar deben abrirse camino con dificultad en medio de una multitud compacta.
“Sufren disparos de balas de goma, de granadas de estruendo, algunos los golpes en los retenes de los talibanes, pero los más decididos logran llegar”, agregó Martinon.
Francia, que retiró a sus militares de Afganistán en 2014, evacua sobre todo a afganos amenazados por su compromiso en defensa de los derechos de las mujeres, la educación y la cultura.
En ocho días evacuó casi 2.000 personas a través de un puente aéreo entre Kabul, Abu Dabi y París.
En el aeropuerto de la capital afgana, la posibilidad de un atentado está latente y Estados Unidos aconseja a sus ciudadanos que no se acerquen.
“Los talibanes están presentes en la ciudad, en la parte civil del aeropuerto, por lo tanto cerca de las pistas. Por el momento no mostraron hostilidad, no obstante tienen armas que podrían representar una amenaza para nuestros aviones”, explica el coronel Yannick Desbois, comandante de la base 104 en Al Dhafra.
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) también revindica regularmente atentados en el país.
Los aviones franceses A400M están equipados de señuelos para esquivar eventuales disparos de misiles.
“Llegamos, hacemos subir a los pasajeros que debemos transportar y despegamos enseguida sin bajar del avión”, cuenta el comandante Stephen, que pilota un A400M.
Entre aterrizaje y despegue no pasa más de media hora, precisa.
AFP