Internacional
Gobierno colombiano denuncia secuestro de dos militares para un total de cuatro en el año
11 de septiembre de 2021
Bogotá, Colombia | AFP | Dos militares fueron secuestrados por rebeldes cerca de la frontera entre Colombia y Venezuela, con lo que ya son cuatro los uniformados tomados como rehenes este año, incluido un coronel, denunció el gobierno este viernes.
Los casos más recientes corresponden a un sargento y un soldado que cayeron en poder del Ejército de Liberación Nacional (ELN), cuando salieron de su unidad militar, en el municipio de Tame (noreste), Arauca, en la línea limítrofe.
“La información que tenemos de inteligencia es que fueron secuestrados”, dijo el ministro de Defensa, Diego Molano, en una declaración enviada a la prensa.
Los dos militares salieron el martes de su destacamento para llevar a cabo “tareas administrativas”, indicó el ejército en un comunicado, sin precisar si llevaban uniforme y armamento.
El fin de semana un oficial también fue secuestrado por disidencias de las FARC, la guerrilla cuyo grueso de combatientes se desmovilizó en 2017 tras firmar la paz. El plagio se produjo en una vía del suroeste de Colombia, en el municipio de Sevilla.
Las disidencias que se marginaron del acuerdo tienen en su poder igualmente a un coronel que capturaron en abril, en un hotel del municipio de Saravena, en el departamento de Arauca.
El ejército denunció que habría sido asesinado en cautiverio, aunque los captores difundieron después una prueba de vida del oficial.
A pesar del desarme de las FARC, el país vive un rebrote de violencia en el que disidentes del pacto de paz, grupos de origen paramilitar y el ELN se disputan las rentas del narcotráfico y la minería ilegal.
El ministro Molano insistió en que las fuerzas rebeldes están siguiendo un “juego macabro” en los límites con Venezuela.
“Secuestrar (gente) de este lado de la frontera, llevarla a Venezuela, asesinarla o mantenerla allá”, explicó.
Según Molano, en Arauca se “evidencia” una “frontera porosa con un régimen que cohonesta con el narcotráfico y los grupos armados ilegales”.
Colombia y Venezuela rompieron relaciones en 2019 y desde entonces suelen intercambiar acusaciones sobre la falta de seguridad en la zona común de 2.200 kilómetros, donde operan las disidencias y el ELN.