Siete millones de personas han resultado contagiadas por el nuevo coronavirus en el mundo, según un recuento de la AFP, aunque las cifras reales son sin duda muy superiores, y la pandemia sigue castigando a América Latina.
En total, más de 400.000 personas han muerto de covid-19 en el mundo, de las cuales cerca de la mitad en Europa. Hoy, sin embargo, el epicentro de la pandemia se encuentra en América Latina, que suma más de 1,3 millones de casos y 65.000 muertos.
Brasil es el país más castigado en la región y ocupa ya el tercer puesto en el mundo en número de muertes, por detrás de Estados Unidos y Reino Unido, y el segundo en número de contagios.
El ministerio de Salud brasileño volvió a divulgar el domingo cifras totales de afectados, tras ser acusado de «invisibilizar» los fallecidos por covid-19 y no suministrar datos transparentes. Además, difundió números diferentes en dos informes publicados con pocas horas de diferencia. En un primer balance anunció 1.382 decesos en 24 horas, y en un segundo, 525 fallecidos.
Si se considera como válido el segundo balance, el gigante sudamericano tendría 691.758 casos confirmados y 36.455 muertes desde el inicio de la pandemia.
Pese a estas gravísimas cifras y en medio de una creciente tensión contra el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro por su gestión de la crisis sanitaria, algunos gobernadores, como el de Rio de Janeiro, anunciaron la flexibilización de las restricciones impuestas.
En México, segundo país con más decesos en América Latina, el jefe de la seguridad social, Zoé Robledo, uno de los funcionarios con mayor actividad pública del país y asistente frecuente a la conferencia de prensa diaria del presidente mexicano, confirmó el domingo que dio positivo a la covid-19.
«No hay murallas»
Por su parte, Perú, tercer país más afectado en la región, tiene su sistema sanitario al borde del colapso, debido a la falta de oxígeno.
Y en Chile se registraron récords estás últimas 24 horas, con 96 decesos y 6.405 contagios, lo que eleva el total de muertos a 2.290.
Esta pandemia «nos ha enseñado que somos una sola familia. Lo que le pasa a un ser humano en Wuhan, le pasa al planeta, nos pasa a todos (…) No hay murallas, no hay paredes que puedan separar a la gente», dijo a la AFP la escritora chilena Isabel Allende.
En otras partes del mundo, la situación sanitaria parece cada vez más controlada y se ve acompañada de un prudente regreso a la normalidad.
En España, que registró 27.000 decesos, los partidos de fútbol de la liga se reanudarán el miércoles, tras tres meses de interrupción.
En la región de Madrid y Barcelona, las más afectadas por el virus, la fase dos del plan de desconfinamiento permite a partir de este lunes que todos los comercios abran, pero solo en un 40% de su capacidad. En las playas de Barcelona, por ejemplo, la gente podrá bañarse y tomar el sol cuando por el momento solo se podía pasear, correr o practicar natación.
Además, los bares y restaurantes podrán acoger clientes en su interior con un aforo limitado, y no solo en la terraza como hasta ahora.
En este lunes, también podrán abrir las piscinas y gimnasios en Dinamarca, y en Irlanda, todas las tiendas podrán reanudar su actividad.
Rusia anunció por su parte la reapertura parcial de sus fronteras, cerradas desde marzo, lo que permitirá que sus ciudadanos puedan salir del territorio nacional por razones médicas o profesionales y que los extranjeros puedan entrar para seguir tratamientos médicos o ocuparse de familiares. Además, la capital, Moscú, levantará el confinamiento el 9 de junio.
Cuarentena en el Reino Unido
En cambio, en el Reino Unido, el segundo país más afectado por la pandemia en número de decesos, con un total de 40.542 muertos, las restricciones se levantan a cuentagotas.
Este lunes entró en vigor una polémica cuarentena de 14 días que se impone a cualquier visitante que llegue del extranjero, una medida cuya eficacia se pone en entredicho y que disgusta al sector aéreo y del turismo.
Estados Unidos, que suma más de 110.000 fallecidos y más de 1,9 millones de infectados, es de lejos el país más golpeado por la pandemia.
Inmerso ahora en una movilización masiva contra la brutalidad policial y el racismo, los profesionales de la salud temen que estas protestas lleven a un nuevo pico de contagios en las próximas semanas.
El país avanza sin embargo en el desconfinamiento, y esta semana, Nueva York entrará en la fase 1 del plan de reapertura, que supone la reanudación de las actividades de los sectores de manufactura y construcción. Los comercios tendrán acceso muy restringido.
Al otro lado del planeta, las noticias eran de esperanza. Nueva Zelanda se congratuló de poder anunciar que daba de alta al último caso activo de coronavirus. El archipiélago del Pacífico Sur levantó todas las restricciones nacionales y autorizó la reanudación del campeonato del Súper Rugby en una versión más reducida, pero en la que el público podrá acceder a los estadios.
E India también dio un paso hacia la normalidad al autorizar la reapertura de lugares de culto y centros comerciales, pese a que la epidemia sigue golpeando con fuerza a esta nación de 1.300 millones de habitantes. AFP