Internacional
Londres detalla el plan para el Brexit que causó dimisiones en el gobierno
12 de julio de 2018
La primera ministra británica, Theresa May, publicó este jueves su largamente esperado «libro blanco» del Brexit sobre las relaciones futuras con la Unión Europea que le costaron dos dimisiones de ministros euroescépticos.
No sólo eso: el presidente estadounidense, Donald Trump, también puso en duda que eso fuera lo que votaron los británicos y una portavoz de la City tildó el plan de «duro golpe» al sector financiero que se traducirá en pérdidas de empleos.
May se defendió asegurando que la consecución de un acuerdo con sus socios europeos «requiere pragmatismo y compromiso de ambas partes», en un prólogo a este documento que prevé plantear a Bruselas la creación de un área de libre comercio para bienes y un conjunto de normas comunes.
El Reino Unido todavía planea abandonar el mercado único europeo y la unión aduanera y trazar su propio camino para su gran sector de servicios, con la esperanza de alcanzar sus propios acuerdos de libre comercio con terceros países y controlar la llegada de inmigrantes europeos.
Londres pretende acabar con la libertad de movimientos europea, aunque estaría dispuesta a recibir estudiantes e inmigrantes capacitados.
Asimismo, Londres quiere escapar al sistema judicial europeo. Los litigios que afectaran al Reino Unido y los 27 países de la UE se resolverían en las cortes británicas de ocurrir en el país, y en las europeas si ocurrieran fuera.
Para el sector financiero, el plan prevé «una asociación más flexible» con la UE, en vez de la propuesta original del gobierno de «un reconocimiento mutuo» de las reglas británicas y europeas tras la salida del bloque en marzo, según el Financial Times.
Aunque el plan cubre a los territorios de ultramar, un portavoz del gobierno explicó que el caso de Gibraltar, en el sur de la península ibérica, exigirá negociaciones adicionales. Bruselas ha dado derecho a veto a España sobre el acuerdo final si no le satisface en este punto.
«No estamos asegurando tener una relación a medida con la UE», dijo a la BBC el ministro del Brexit, Dominic Raab, nombrado el lunes en sustitución del dimisionario David Davis.
«Es una propuesta creíble. Es audaz, es ambiciosa pero también es pragmática», añadió.
El plan indignó a los euroescépticos y provocó además la dimisión del ministro de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, y otros miembros menores del gabinete, atizando la posibilidad de una rebelión conservadora que derroque a May.
En su despedida, Johnson estimó que el sueño del Brexit «está muriendo» con este plan. «Nos dirigimos verdaderamente hacia el estatuto de colonia» de la UE, añadió Johnson en su carta de dimisión a May.
El presidente estadounidense, Donald Trump, también terció en el asunto.
Poco antes de partir rumbo a Londres para una visita de cuatro días, Trump puso en duda que la propuesta de Brexit de May sea la que tenían en mente los electores británicos que decantaron la balanza en el referéndum de junio de 2016.
«No sé si votaron por eso», dijo Trump en una rueda de prensa en Bruselas tras participar en una cumbre de la OTAN. «La gente votó para separarse [de la Unión Europea], así que me imagino que eso es lo que harán, pero tal vez tomen un camino diferente», agregó Trump.
Tampoco está claro que Bruselas vaya a aceptar esa relación «a medida» que podría llevar a otros países a abandonar la UE y reclamar algo similar, y ya ha advertido que Londres debe rebajar sus expectativas.
«Por supuesto que los 27 están abiertos a un compromiso, pero no a uno que socave los principales pilares del mercado único», dijo un dirigente europeo reclamando el anonimato.
AFP