(AFP)A los talibanes «no les queda otra opción» que respetar los derechos de las mujeres afganas si quieren evitar el naufragio económico, el aislamiento diplomático y la pérdida del poder, asegura a la AFP una histórica militante de los derechos de la mujer.
Pese a un discurso tranquilizador del movimiento islamista, Mahbouba Seraj, originaria de Kabul, no cree en las promesas de los talibanes cuando dicen que las afganas podrán «muy pronto» trabajar y estudiar.
Bajo su primer régimen, entre 1996 y 2001, los talibanes «nos dijeron también que esperáramos, que iban a resolver las cosas. Esperamos cinco años y no pasó nada. Por eso las mujeres no confían en ellos» explica a la AFP Seraj, de 73 años, mujer de rostro ovalado, mirada determinada y abundante cabellera plateada cubierta por un velo celeste, en una entrevista a distancia por video.