Hajjah, Yemen | AFP |
Randa tiene tres años, pero solo pesa cuatro kilos. La niña sufre malnutrición aguda y está en riesgo de muerte como millones de otras personas en Yemen, un país arrasado por siete años de guerra.
En Al Khadich, un campo de desplazados en la provincia de Hajjah en el norte de Yemen, Randa llora, tumbada en una cama de hierro dentro de una tienda. Para un momento para recuperar el aliento, pero las lágrimas siguen brotando por la falta de comida.
En el país más pobre de la península de Arabia, millones de niños como Randa sufren las consecuencias de una guerra descarnada entre el gobierno, respaldado desde 2015 por Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, y los rebeldes hutíes, apoyados por Irán y en control del norte y el oeste del país, incluida la capital Saná.