En México son asesinadas cada día más de 85 personas. Las cifras que ha publicado este lunes el Instituto Nacional de Estadística sacuden a un país que durante 2017 sufrió la época más sangrienta de su historia.
Peor aún que en los años donde los muertos de contaban por decenas, donde las portadas de los periódicos nacionales anunciaban grandes matanzas y los datos de 2011, en plena guerra contra el narcotráfico, escandalizaran a toda la nación. Y la tendencia apunta a que el año que viene soportará un nuevo récord.
El año pasado murieron asesinadas 31.174 personas la gran mayoría por arma de fuego 6.615 más que en 2016 y más del doble que hace solo ocho años. Los datos que ha presentado este lunes el organismo están basados en los informes forenses de las víctimas y en las carpetas de investigación y son los más certeros de los que se han ofrecido en los últimos meses.
México se ha situado por primera vez en la tasa de 25 muertes por cada 100.000 habitantes, por delante del índice criminal de Colombia (24) y acercándose a la tasa brasileña (29), tradicionalmente muy superior.
El país atraviesa una situación muy diferente a la que vivió en la época de los grandes capos de la droga y la declaración de guerra interpuesta por el expresidente Felipe Calderón (que gobernó de 2006 a 2012).
Cab destacar que La estrategia de seguridad nacional, centrada en la decapitación de los cárteles históricos y poderosos del país, como fue la detención de Joaquín El Chapo Guzmán, provocó, además de una pelea por las plazas que habían quedado libres, la fragmentación de las bandas en grupos más pequeños, descentralizados y no solo interesados en el tráfico de drogas. Esto explica el aumento notorio de la criminalidad en zonas tradicionalmente seguras y al margen de la ultraviolencia del narco, como son Baja California Sur, Guanajuato y Quintana Roo.
«Ya no es solo el narcotráfico, es el robo de combustible, la extorsión, el secuestro… Este cambio en el modelo de negocio hace que se dispersen a otras zonas. Antes estaba concentrado en las regiones de producción de drogas o cerca de la frontera. Ahora cualquier lugar es bueno para el negocio», explica el experto en seguridad Alejandro Hope en una entrevista a este diario.
Agregó que «la diversificación y dispersión de los cárteles ha provocado que veamos un cambio en el mapa: mientras que en 2010 el 24% de los homicidios se concentraban en Chihuahua y, concretamente, en el municipio de Ciudad Juárez; en 2017 no hay ni un solo Estado que concentre más de un 10% de los asesinatos», añade Hope. Se mata más que en plena guerra contra el narco y la muerte se ha extendido a nuevos territorios.
El País de España