Javier Milei, un economista libertario y ultraliberal de 53 años, asume este domingo la presidencia de Argentina decidido a darle un tratamiento de shock con el que promete sacar al país de su agónica crisis económica, aunque necesitará del apoyo de la oposición.
Ajeno a la política tradicional, a la que despectivamente se refiere como «la casta», Milei jurará su cargo ante el Parlamento, como es tradición, pero hará un discurso ante la ciudadanía, a la que llamó a acudir con banderas a la plaza frente al recinto del Congreso.
La fecha es conmemorativa de los 40 años del fin de la última dictadura militar que comenzó en 1976 y terminó con la toma de posesión del presidente Raúl Alfonsín, el 10 de diciembre de 1983.
A la investidura de Milei acuden varios mandatarios latinoamericanos, como el chileno Gabriel Boric y el paraguayo Santiago Peña; y europeos, entre estos el ucraniano Volodimir Zelenski y el húngaro Viktor Orban, además del rey de España, Felipe VI.
«Esperamos que tenga suerte, que le vaya bien, que lo dejen hacer, eso es lo más importante. Recibe un país arruinado, en la última», dijo a la AFP Raúl Serenga, un jubilado de 72 años.
AFP