La tranquila ciudad de Christchurch, que aún se recupera del gran sismo de 2011, estaba de nuevo conmocionada el viernes mientras la policía armada patrullaba las calles y los habitantes trataban de entender lo sucedido.
Horas después de que murieran 49 personas en la mezquita Masjid al Noor y en otro pequeño lugar de culto situado en el suburbio de Linwood, miembros de la muy unida comunidad musulmana se congregaron en silencio en el cercano Parque Hagley.
“Este es el más pacífico, encantador lugar de la tierra y seguirá siéndolo”, dijo a la AFP un palestino que no quiso identificarse.
Por unos minutos durante las oraciones del viernes, esta “Ciudad Jardín”, un “encantador lugar”, fue escenario de un insondable acto de odio.
Minutos después de que el hombre disparara al concluir la tarde, acudieron al lugar civiles y policías armados para cerrar tiendas y negocios.
Las escuelas de la ciudad fueron acordonadas, mientras se escuchaban las sirenas de los vehículos policiacos y las ambulancias que acudían a las mezquitas para llevar muertos y heridos al hospital Christchurch, situado al otro lado del parque. /AFP