Internacional
Policías mexicanos sorprenden campamento de migrantes haitianos
23 de septiembre de 2021
La incertidumbre se apoderó este jueves de un campamento de migrantes haitianos en Acuña, una ciudad fronteriza con Estados Unidos, tras el inesperado arribo de decenas de policías mexicanos y ante la perspectiva de que sus ocupantes tengan que abandonarlo.
«¿Por qué están con policías? ¿Por qué están estacionados allá afuera? ¿Nos van a deportar o echar de acá?», preguntó angustiado un hombre tras la llegada de medio centenar de patrullas a las inmediaciones de un parque, con más de un centenar de agentes, y tres autobuses antes del amanecer, comprobó la AFP.
El operativo fue desplegado luego de que el Instituto Nacional de Migración (INM) anunciara que los extranjeros deben retornar a los lugares donde radicaron sus solicitudes de refugio en México.
«Deberán seguir estos trámites ante las instancias correspondientes en la entidad donde fueron iniciados», declaró horas antes en el norte de Ciudad Acuña el comisionado nacional del INM, Francisco Garduño.
Esta medida obliga a muchos a regresar a la ciudad de Tapachula, en la frontera sur con Guatemala, colapsada por decenas de miles de centroamericanos y haitianos que solicitan refugio a México.
Ese estatus les permite permanecer legalmente en el país y no ser deportados, a la espera de poder cruzar a Estados Unidos.
Pero muchos migrantes que llevaban meses esperando respuesta a su solicitud en Tapachula decidieron continuar su marcha hacia Ciudad Acuña, donde cientos acampan en un parque o bajo un puente fronterizo.
Al menos otros 19.000 haitianos, en su mayoría proveniente de Brasil y Chile, están varados en la frontera entre Colombia y Panamá, esperando continuar su viaje por la selva del Darién, donde operan narcotraficantes del Cartel del Golfo.
«No tengo nada en mi país»
El convoy policial se instaló este jueves a lo largo de la ribera del río Bravo, por donde cientos de haitianos van y vienen diariamente entre ambos países trasladando alimentos y provisiones. Sin embargo, no habido un desalojo.
Funcionarios del INM estuvieron presentes en los primeros momentos del despliegue, pero luego se retiraron.
Ante el movimiento, los haitianos se despertaron alarmados. «Nada tengo en mi país, ¿qué voy a hacer?», expresó con el rostro desencajado y al borde del llanto una haitiana que se identificó como Sonia.
La AFP constató que en la ribera aún se permite el cruce de haitianos. Algunos pasan de México a Estados Unidos llevando a sus hijos en hombros y trasladando sus pertenencias en mochilas y bolsas.
Con información de AFP