Internacional
Presidente de Zimbabue defiende elecciones «justas» tras denuncias de fraude por la oposición
4 de agosto de 2018
HARARE (AFP) – El presidente de Zimbabue, EmmersonMnangagwa, negó este viernes que se cometiese fraude en las elecciones generales y aseguró que estos comicios suponen un nuevo comienzo para el país tras el represivo mandato de Robert Mugabe.
Mnangagwa hizo estas declaraciones poco después de que el líder de la oposición, Nelson Chamisa, denunciase unos «resultados falsos, sin verificar».
«Mientras que los ojos del mundo nos miraban, organizamos unas elecciones libres, justas y creíbles», dijo Mnangagwa, otrora mano derecha de Mugabe, a los periodistas.
Según los resultados oficiales de la Comisión Electoral (ZEC), Mnangagwa fue elegido presidente con 50,8% de los votos, lo que evita una segunda vuelta.
Por su parte, Chamisa obtuvo el 44,3% de los votos.
Pero el jefe de la oposición insistió en que él había ganado las elecciones y calificó los resultados de «fraudulentos, ilegales e ilegítimos» y prometió que apelaría a la justicia.
«El nivel de opacidad, la falta de verdad, el deterioro moral y la ausencia de valores son desconcertantes», agregó.
‘Abierto a los negocios’
Mnangagwa fue durante más de 30 años un aliado fiel del expresidente y autócrata zimbabuense Robert Mugabe. Dirige el país desde noviembre tras un golpe militar que obligó a Mugabe a renunciar. El partido en el poder ZANU-PF lo designó para sucederle.
Desde su independencia de Gran Bretaña en 1980, el país solo ha tenido dos jefes de Estado, ambos de ZANU-PF: Mugabe y Mnangagwa.
Los retos del nuevo presidente son el desempleo masivo y un tejido económico destruido por la política de Mugabe de reforma agraria con la que se confiscaron las tierras agrícolas explotadas por los blancos, llevando al colapso de la producción, la hiperinflación y la fuga de capitales.
El sistema de salud, otrora sólido, y los servicios de educación están en ruinas y millones de zimbabuenses se exiliaron en búsqueda de trabajo.
«Zimbabue está ahora abierta a los negocios», dijo a los periodistas. «Queremos dar un salto y alcanzar a otros países en desarrollo».
Para él, su victoria significa un «nuevo comienzo» para el país.
«Aunque hayamos estado divididos en las urnas, estamos unidos en nuestros sueños», escribió en Twitter.
En Harare, la capital, la policía irrumpió con escudos y latas de gas lacrimógenos en el Hotel Bronte, donde Chamisa tenía previsto celebrar una rueda de prensa, aunque los agentes se retiraron poco después.
El miércoles, el anuncio de una victoria abrumadora en las legislativas de ZANU-PF provocó protestas de partidarios de la oposición para denunciar un supuesto fraude electoral. Los militares dispararon contra los manifestantes dejando seis muertos en la capital.
El jueves, los militares patrullaron por el centro de Harare, pero el viernes las calles de la capital regresaron a su bullicio habitual, mientras los partidarios del ZANU-PF festejaban el resultado.
«Este es un nuevo Zimbabue, estamos contentos», dijo TendaiMugadzi, de 32 años, que no se preocupó por el escaso margen de victoria para evitar una segunda vuelta. «Sólo muestra que esta fue una elección libre y justa».
‘Vamos a continuar sufriendo’
Los analistas de EXX Africa estiman que el país regresará a la normalidad en las próximas semanas, sin que se organicen importantes protestas «debido a las fuertes medidas de seguridad en la capital y otras ciudades».
La victoria del presidente saliente «significa que vamos a continuar sufriendo», estimó por su parte EmionChitsate, un guardia de seguridad privado. «Esperábamos tener un nuevo dirigente y un nuevo gobierno con nuevas ideas. Al final, el futuro será más sombrío que con Mugabe», dijo.
Los zimbabuenses votaron en masa el lunes en los comicios presidencial, legislativo y municipal, con una participación que alcanzó el 80% del padrón en la mayoría de las 10 provincias del país.
El ZANU-PF obtuvo la mayoría absoluta en el Parlamento, logró 110 escaños de un total de 210.
Los observadores de la Unión Europea (UE) denunciaron el miércoles en un comunicado «la desigualdad de posibilidades» entre los candidatos a las elecciones generales en Zimbabue e «intimidaciones a los electores».
Durante el régimen de Mugabe las elecciones estaban marcadas por la violencia y el fraude.
La presidenta de la comisión, Priscilla Chigumba, descartó los últimos días las denuncias de fraude.
Mnangagwa se benefició del apoyo tácito de los militares y de los recursos del Estado para imponerse. Chamisa, un abogado y pastor de 40 años, apostó por la voluntad de cambio de los zimbabuenses y el voto joven y urbano.
Compendio: María Teresa Amaya/ Diario La Nación.