El Gobierno británico ha dejado en suspenso el voto sobre el acuerdo del “brexit” que había convocado hoy, aunque prevé reactivar el proceso de ratificación esta misma semana.
El Parlamento ha aprobado una enmienda que emplaza al Ejecutivo a pedir una extensión del plazo de salida de la Unión Europea (UE).
Esa cláusula está diseñada como un mecanismo de seguridad para evitar un “brexit” sin acuerdo el 31 de octubre en cualquier circunstancia.
El nuevo escenario complica los planes del primer ministro británico, Boris Johnson, que se ha comprometido a romper con la UE antes de que termine este mes, aunque no cierra la puerta por completo a que los cumpla.
El Reino Unido todavía podría ejecutar el “brexit” a tiempo si Johnson logra el respaldo del Parlamento a toda la legislación necesaria para una salida ordenada antes de esa fecha.
¿Está obligado Johnson a pedir extensión?
La ley obliga al primer ministro a solicitar una prórroga de la salida del bloque comunitario hasta el 31 de enero antes de las 22.00 GMT horas de hoy.
Bruselas puede, por su parte, aceptar esa petición, rechazarla, o bien establecer un plazo distinto.
Johnson asegura que no tiene intención de “negociar” una prórroga. Un portavoz de Downing Street, su despacho oficial, ha avanzado, sin embargo, que “el Gobierno cumplirá con la ley”.
Esa fuente no ha detallado si el Ejecutivo planea enviar la misiva con una firma distinta a la del primer ministro.
En caso de que el Gobierno no envíe la carta requerida, los tribunales podrían obligarle a hacerlo.
¿Puede ejecutarse el Brexit antes de que termine la extensión?
El artículo 50 del Tratado de Lisboa establece que un Estado abandonará el bloque a partir de la fecha en que “entre en vigor el acuerdo de salida”.
La prórroga que eventualmente concedería Bruselas sería por lo tanto el plazo máximo que podría permanecer el Reino Unido en la UE, pero Londres podría ejecutar en cualquier momento el “brexit” si aprueba las leyes necesarias.
¿Qué pasos dará ahora Johnson?
La tramitación parlamentaria del acuerdo del “brexit” tiene dos fases. La primera, que estaba prevista hoy, consiste en que los diputados den su consentimiento a los términos del pacto. En la segunda, el Gobierno debe trasladar a la legislación británica los detalles acordados.
La enmienda que ha aprobado la Cámara de los Comunes este sábado obliga al Gobierno a superar esos dos trámites antes de poder abandonar la UE.
Hasta ahora, Johnson solo necesitaba el primer visto bueno de la cámara para poner en marcha la ruptura, lo que dejaba la puerta abierta a un “brexit” abrupto si por cualquier circunstancia no se llegaba a aprobar la ley asociada.
El Gobierno prevé comenzar a tramitar la ley del “brexit” esta semana, y puede decidir unir los dos trámites en uno solo para acelerar el proceso, o bien mantenerlos separados.
El paso de la legislación por la Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lores puede ser costoso si la oposición presenta enmiendas y trata de alargar los plazos.
Johnson ha centrado su mensaje político en las últimas semanas en ejecutar el “brexit” el 31 de octubre, por lo que la oposición podría ver como una activo para ellos retrasar la aprobación de la ley más allá de esa fecha.
¿Tiene Johnson los apoyos necesarios?
La suspensión de la votación de este sábado ha impedido conocer si el primer ministro contaba con el respaldo suficiente para ratificar el pacto al que llegó en Bruselas el jueves.
El grupo de 28 diputados euroescépticos del Partido Conservador, una de las facciones clave en la votación, declaró que está a favor del texto, lo que incrementa las opciones de que Johnson logre su objetivo.
El norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP), sin embargo, mantiene su negativa, por lo que el Gobierno todavía necesita que algunos diputados laboristas e independientes voten por el acuerdo.