El jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, advirtió este jueves a la organización separatista vasca ETA que no debe esperar impunidad por su inminente disolución que pondrá fin a la última insurrección armada de Europa occidental tras décadas de violencia.
«Haga lo que haga ETA no va a encontrar ningún resquicio para la impunidad de sus crímenes», advirtió el dirigente conservador que ha rechazado cualquier diálogo con la banda tras su llegada al poder en 2011.
Fundada en 1959 bajo la dictadura de Francisco Franco, acusado de reprimir la cultura vasca, ETA dejó una estela de violencia con al menos 829 personas muertas a lo largo de cuatro décadas en su campaña por la independencia del País Vasco y Navarra.
Catalogada como grupo terrorista por la Unión Europea, ETA mató en atentados con bomba o tiros en la nuca a políticos, policías, militares, juristas y civiles, y también recurrió a secuestros y extorsiones.
Pero golpeada por los sucesivos golpes policiales y ante el rechazo generalizado de la población, la organización renunció en 2011 a la violencia y el año anterior aseguró haber entregado sus armas a las autoridades francesas.
AFP