El Gobierno español rechazó “tajantemente” este jueves las “descalificaciones” de los últimos días del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en las que habló de hacer una “pausa” en las relaciones bilaterales y criticó la presunta corrupción de empresas españolas en el país latinoamericano.
“El gobierno de España rechaza tajantemente las descalificaciones realizadas” por López Obrador “en los últimos días contra España y las empresas españolas”, señaló un comunicado del ministerio de Asuntos Exteriores.
“El gobierno de España y España, y en eso no vamos a cejar, trabajamos por unas excelentes relaciones con México, pero eso sí, basadas en el respecto y por supuesto sin este tipo de manifestaciones”, abundó el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, en declaraciones a periodistas desde Bruselas.
El presidente izquierdista mexicano planteó el miércoles una “pausa” en las relaciones con España, al arremeter contra firmas españolas como Repsol e Iberdrola, con inversiones en México.
Señaló que hubo un “contubernio” en negocios, una “promiscuidad económica y política” entre los anteriores gobiernos de México y el de España.
Este jueves, no obstante, López Obrador bajó el tono y aseguró que nunca buscó romper relaciones con España, sino que sus expresiones fueron en realidad una “protesta respetuosa” contra abusos sufridos por su país.
Luego de haberse limitado el miércoles a mostrar sorpresa por las declaraciones, el ministro de Asuntos Exteriores español se mostró más firme este jueves y sentenció: “Debe quedar muy claro que el gobierno de España va a defender el buen nombre de España y de sus empresas en cualquier circunstancia y ante cualquiera”.
“El gobierno de España no ha realizado ninguna acción que lleve a hacer una declaración de ese tipo”, dijo Albares, quien informó que ha estado en contacto desde el miércoles con su homólogo mexicano, Marcelo Ebrard.