La tarde de este sábado fue rescatado el cuerpo de Rayan, el niño marroquí que había caído en un pozo donde permaneció 96 horas atrapado. Poco después las autoridades confirmaron su fallecimiento.
Los técnicos marroquíes cavaron para llegar al pequeño, dando paso a un equipo de rescatistas que entró en el túnel para sacarlo.
Un equipo médico entró con una camilla en el túnel donde permanecieron más de una hora dentro ante la máxima expectación de cientos de ciudadanos y muchos periodistas presentes en el lugar.
El niño fue sacado urgentemente del agujero perforado e ingresado en una ambulancia que aguardaba en el lugar en medio de un gran despliegue de seguridad, lo que hacía albergar la esperanza entre mucha gente, sin embargo, minutos más tarde, las autoridades confirmaron la muerte de Rayan.
Rayan cayó el martes en un agujero de 32 metros de profundidad mientras acompañaba a su padre.
Rayan cayó el pasado martes en un pozo estrecho de 32 metros de profundidad en la localidad norteña de Ighran. Para rescatarlo, los efectivos marroquíes excavaron primero en vertical en paralelo al pozo y ahora lo hacen en horizontal, en una operación delicada debido a la naturaleza frágil de la tierra en la zona.
Hasta el lugar se ha desplazado un helicóptero de la Gendarmería Real para trasladar al pequeño si fuera necesario, así como una ambulancia equipada con material para reanimación.
Las redes sociales en Marruecos y en varios países del mundo árabe, se volcaron desde el pasado martes en expresar su solidaridad a los padres del pequeño. Muchos internautas cambiaron sus fotos de perfil por la de Rayan.
Con información de EFE