En medio del flagelo que vive en toda Europa con la pandemia de COVID-19 aparecen casos conmovedores y de una alta entrega hacia el prójimo como es el caso del Sacerdote de 72 años, Don Giuseppe Berardelli, quien falleció hace unos días en Roma luego de haber renunciado al respirador que necesitaba para que se lo dieran a un paciente más joven, un acto que ha sido reconocido por el Papa Francisco desde su página web.

Don Giuseppe había sido Arcipreste de Casnigo en Italia durante casi catorce años y habría concluido su misión en Casnigo. y terminó sus días en una casa de reposo afectado por la epidemia del coronavirus, pero también era afectado por otras enfermedades que complicaban su caso frente a otros con mejores perspectivas de supervivencia.

El Operador Sanitario de la Casa de Reposo San Giuseppe de Casnigo, comentó el gran gesto del sacerdote. “Estoy profundamente conmovido lo lo hecho por, Don Giuseppe Berardelli, a quien la comunidad parroquial le había comprado un respirador artificial,y él lo entregó por voluntad propia a alguien más joven que él”, señaló.

Don Giuseppe, como era conocido con cariño por sus amigos, era muy querido por todos, seguía siendo visitado por sus antiguos feligreses después de años. “Era un sacerdote que escuchaba a todos, sabía escuchar, quien se dirigía a él sabía que podía contar con su ayuda”, contó la ex alcaldesa de Fiorano, Clara Poli.

El Padre Don Giuseppe murió en el hospital de Lovere. No hubo funeral, pero la gente de Casnigo lo saludó a su manera, al mediodía del lunes salieron al balcón de las casas y lo saludaron con aplausos. Don Giuseppe. Casnigo es el lugar donde se conserva el féretro- relicario del Papa San Juan Pablo II en el Santuario de Nuestra Señora de Herbia.

Don Giuseppe era un sacerdote mariano, muy apegado al Santuario y querido por todos. “La suya es una despedida, no nos deja solos, desde allí arriba nos vigila y sigue corriendo por las nubes con su moto, quién sabe cuántos proyectos está haciendo allí arriba, incluso para nosotros”, comentó Clara Poli.

 

Agencias