Internacional
Se esperan nuevas evacuaciones del último reducto del EI en Siria
27 de febrero de 2019
Las fuerzas kurdo-árabes en el este de Siria preveían este miércoles una nueva evacuación de civiles del último reducto del grupo Estado Islámico (EI), esperando el fin de estas operaciones de salida para dar el asalto final a las ruinas del «califato» yihadista.
En los últimos días, hombres, mujeres y niños en lágrimas, entre los cuales numerosos extranjeros, continúan huyendo por millares del pequeño bolsón que conserva EI en el poblado de Baghuz, en los confines del este sirio, cerca de la frontera con Irak.
Después de semanas sufriendo privaciones en el reducto yihadista, los evacuados llegan hambrientos a una posición de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) cerca de Baghuz. La alianza árabo-kurda los registra y los somete a interrogatorios para identificar a eventuales yihadistas mezclados entre la multitud.
Algunos sobre muletas o en sillas de ruedas, hay centenares de heridos, víctimas de los bombardeos o de la explosión de minas. Se les entrega pan, agua, leche, incluso pañales.
Desde diciembre, casi 50.000 personas, en su mayoría familias de yihadistas, han abandonado el reducto de EI, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Entre éstos habría más de 5.000 combatientes, afirma el OSDH.
Pero, según estimaciones de las FDS, miles de personas aún podrían estar en el bolsón yihadista de menos de medio kilómetro cuadrado, con casas semidestruidas y un campamento improvisado adyacente.
Apoyadas por la coalición internacional liderada por Washington, las FDS esperan la liberación de los últimos civiles, principalmente mujeres e hijos de los yihadistas, para reanudar su ofensiva final contra el reducto.
Imágenes exclusivas de la BBC, tomadas desde la parte iraquí de la frontera, mostraban este miércoles lo que queda de Baghuz: delante de edificaciones ocres semiderruidas pueden verse carpas precarias confeccionadas con coloridas frazadas, levantadas junto a árboles por completo secos.
La ropa de cama se seca colgada en cuerdas y pueden verse mujeres en niqab (velo integral) atareadas junto a sus refugios, en tanto un hombre vestido de negro, probablemente un yihadista, pasa corriendo.
«Angustia psicólógica»
El martes, centenares de personas, sobre todo mujeres y niños en gran número, dejaron Baghuz en casi 30 camiones y fueron trasladados a una posición de las FDS cercana a la aldea, constató una periodista de la AFP.
Ésta fue la cuarta evacuación de este tipo en menos de una semana.
En el marco de estas evacuaciones, los hombres sospechosos de pertenecer a EI permanecen detenidos. Las mujeres y los niños, incluidos los familiares de yihadistas, son trasladados a campos de desplazados en el noreste sirio.
La oenegé Save the Children destacó este miércoles la «grave angustia psicológica» que sufren «miles de niños» en estos campos.
Algunos probablemente han presenciado «actos de brutalidad» y además han sufrido los «intensos bombardeos», señala la oenegé, añadiendo que estos niños necesitarán apoyo psicológico durante largo tiempo.
Sus trastornos psicológicos se traducen en nerviosismo, aislamiento, agresividad, pesadillas y enuresis (micción involuntaria) nocturna, añade.
La organización cita el caso de una niña de 11 años que «presenció decapitaciones». Además, nunca volvió a ver a su hermano, arrestado hace cuatro años por EI, cuando él tenía 17 años.
Según Save the Children, 2.500 niños extranjeros provenientes de 30 países viven actualmente en tres campos de desplazados en el noreste del país.
Auge y decadencia de EI
Tras un ascenso meteórico en 2014, y la proclamación de un «califato» a caballo entre Siria e Irak, el grupo EI ha visto disminuir su territorio a una mínima expresión.
En su apogeo, la organización atrajo a miles de extranjeros. Franceses, británicos, o rusos de origen checheno, en su mayoría.
Casi borrado del mapa, EI comenzó a transformarse en una organización clandestina. Sus combatientes aún están dispersos en el desierto central de Badiya, en Siria, donde han formado «células durmientes» para perpetrar ataques mortíferos en los territorios que han perdido.
A falta de un compromiso antiterrorista duradero, EI apenas necesitaría entre seis y doce meses para comenzar su «resurgimiento», advirtió recientemente el ejército estadounidense.
La batalla contra EI representa actualmente uno de los principales frentes de la guerra en Siria, que ha causado más de 360.000 muertos y millones de personas desplazadas y refugiadas desde 2011. AFP