Internacional
Se estrecha el cerco en torno al jefe del grupo Estado Islámico
21 de septiembre de 2018
El asalto contra su último bastión, en los confines del desierto entre Siria e Irak, ha sido lanzado, pero el jefe del grupo Estado Islámico (EI), Abu Bakr al Bagdadi, podría volver a escaparse, advierten expertos.
En los últimos años, Al Bagdadi, que ha sobrevivido a varios ataques aéreos, ha resultado herido al menos en una ocasión. Se ha convertido en un maestro del camuflaje y podría huir una vez más, señalan.
«Se esconde en la región de Badiat al-Sham, entre Irak y Siria», afirma a la AFP Hisham al-Hachemi, especialista iraquí del grupo yihadista. «Se mueve entre al-Baaj (noroeste de Irak) y Hajin en Siria».
El 10 de septiembre la alianza kurdo-árabe de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), apoyada por la coalición internacional liderada por Estados Unidos, lanzó la fase 3 de la operación «Roundup», presentada como la última etapa de la ofensiva contra el grupo EI en el este de Siria.
«Es el último bastión de los mercenarios del EI», dijo el comandante kurdo Zaradecht Kobané a periodistas de la AFP. «Todos los dirigentes y emisarios extranjeros están en las localidades de Sussa y Hajine y Al-Chaafa. Vamos a eliminarlos allí».
Pero localizar a Al Bagdadi no será tan simple, asegura a la AFP Hasan Hasan, especialista de los grupos yihadistas de la región de la Universidad George Washington, en Estados Unidos.
«Ha aprendido a esconderse muy bien», apunta. «Él y su grupo han aprendido de sus errores que costaron en 2010 la vida a su jefe Abu Omar al-Bagdadi y a su jefe militar Abu Hamza al-Muhajir (…) Lo que significa que solo un pequeño número de personas de confianza sabe dónde está».
Células clandestinas
Un general de los servicios de inteligencia iraquíes dijo en mayo a la AFP, bajo condición de anonimato, que Al Bagdadi se movía discretamente en Siria, en la frontera con Irak, acompañado de cuatro a cinco personas, incluyendo su hijo y su yerno.
«Son regiones enormes con montañas, desiertos, ríos, y pueblos, que ofrecen varios escondites», explica Hasan Hasan.
Pero este experto se muestra optimista. «Ahora los iraquíes y los sirios», que cuentan con el apoyo tecnológico de la coalición, «tienen las capacidades para encontrarlo», estima. «Podría ser capturado tras un error de él o de sus hombres».
Un error como el que casi le cuesta la vida el 3 de noviembre de 2016, según reveló en enero el diario The Guardian. Durante un ataque del ejército iraquí y de las fuerzas kurdas de Irak en Mosul, el autoproclamado «califa» se comunicó durante 45 segundos con sus hombres a través de una radio. Fue localizado de inmediato.
Si logra huir nuevamente, el jefe del grupo EI podría unirse a las células clandestinas del movimiento en otra región de Siria o de Irak.
Según Hisham al-Hachemi, el grupo EI cuenta aún con alrededor de 2.000 yihadistas activos en Irak (8.000 si se cuenta a los responsables de la logística y partidarios) y 3.000 combatientes activos en Siria (12.000 con la logística y partidarios). AFP