Internacional
Sri Lanka acusa a movimiento islamista de los atentados del domingo de Pascua
22 de abril de 2019
El gobierno de Sri Lanka decretó el lunes el estado de emergencia a partir de medianoche después de haber atribuido a un movimiento islamista local, el National Thowheet Jama’ath (NTJ), la autoría de la ola de atentados suicidas de la víspera, cuyo balance se eleva a 290 muertos y 500 heridos.
El domingo una serie de atentados con bomba coordinados sembraron el horror en hoteles e iglesias que oficiaban misa en varios lugares de la islao, que no había conocido tanta violencia desde el fin de la guerra civil hace diez años.
Aunque los ataques aún no han sido reivindicados, la presidencia decretó el estado de emergencia a partir del lunes a medianoche (18H30 GMT) en aras de la «seguridad pública».
El portavoz del gobierno, que señaló al grupo NJT, indicó que no entendía «cómo una pequeña organización en este país puede hacer todo eso».
«Estamos investigando sobre una posible ayuda extranjera y sus otros vínculos, cómo forman kamikazes, cómo han producido estas bombas», agregó.
Interpol anunció el lunes que había desplegado un equipo de investigadores en Sri Lanka.
El secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo dijo por su parte que la batalla de Sri Lanka contra el extremismo islámico «también es una lucha de Estados Unidos».
El NJT se dio a conocer el año pasado por actos de vandalismo contra estatuas búdicas. Igualmente, la policía de Sri Lanka emitió una advertencia diciendo que una «agencia de inteligencia extranjera» había informado que el grupo estaba planeando ataques contra iglesias y la embajda de India en Colombo.
Las autoridades esrilanquesas anunciaron por el momento la detención de 24 personas, sobre las cuales no se dio ningún detalle.
El presidente Maithripala Sirisena encabezó el lunes un consejo de seguridad a su regreso del extranjero a este país de 21 millones de habitantes.
– Escenas de desolación –
La cantidad exacta de extranjeros muertos «es difícil de determinar. Unos 37 murieron, de los cuales 11 ya fueron identificados», indicaron las autoridades.
Indios, portugueses, turcos, británicos, australianos, japoneses, estadounidenses, daneses y un francés figuran entre las víctimas.
Entre los daneses, se encuentran tres de los cuatro hijos del multimillonario danés Anders Holch Povlsen, dueño del grupo de moda Bestseller y principal accionista de la marca de venta en internet ASOS.
El lunes por la mañana, en la morgue de Colombo se vivieron escenas de desolación.
«La situación no tiene precedentes», apuntaba un responsable que guardó el anonimato. «Pedimos a los familiares proporcionar el ADN para ayudar a identificar algunos cuerpos» demasiado mutilados.
Una mujer cuyo hermano mayor murió con sus tres hijos, rompió a llorar al identificarlos uno a uno en una pantalla. El más joven de sus sobrinos era «solo tenía ocho meses […] ¿Qué ha hecho para merecer esto?».
Dilip Fernando, un católico de Negombo, ciudad situada a unos 30 km al norte de Colombo, estaba delante de la iglesia San Sebastián, a la cual el domingo no entró porque estaba repleta, salvándose por poco de la matanza.
«Si esta mañana la iglesia estuviera abierta habría entrado. No tenemos miedo. No dejaremos ganar a los terroristas. ¡Nunca! Seguiré yendo a la iglesia», declaró a la AFP.
Ataques casi simultáneos
El domingo por la mañana se registraron seis explosiones en un corto lapso y por la tarde dos más en Sri Lanka, destino turístico muy apreciado por sus playas idílicas y su naturaleza salvaje.
En la capital, tres hoteles de lujo ubicados en la costa -el Cinnamon Grand Hotel, el Shangri La y el Kingsbury- y la iglesia de San Antonio fueron atacados casi simultáneamente poco antes de las 09h00.
También estallaron bombas en la iglesia San Sebastián de Negombo y en otra de la ciudad de Batticaloa, situada en la costa oriental de la isla.
Unas horas después se produjeron dos nuevas explosiones, la primera en el hotel Dehiwala, en un suburbio de Colombo, y la segunda en Orugodawatta, en el norte de la capital.
El domingo por la noche, una bomba de fabricación casera fue descubierta y desactivada en la carretera que lleva al aeropuerto.
El lunes, la policía indicó que había hallado 87 detonadores en una estación de autobuses en Bastian Mawatha de Pettah, un barrio de la capital.
Poco después, se produjo una explosión en la capital durante la desactivación de una bomba, según la policía.
Unos 1,2 millones de católicos viven en Sri Lanka, una nación con 21 millón de habitantes, 70% de los cuales budistas. El país cuenta también con 12% de hinduistas y 10% de musulmanes.
Las embajadas extranjeras en Sri Lanka recomendaron a sus ciudadanos evitar cualquier viaje si no era imperativo. Estados Unidos dijo que «grupos terroristas siguen planificando posibles ataques» en Sri Lanka. AFP