“Acabo de felicitar al presidente electo, Jair Bolsonaro. Pude percibir su entusiasmo, no solo cuando conversó conmigo, sino cuando hizo declaraciones que buscan la unidad del país, la pacificación del país, la armonía del país”, declaró desde el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia.

Temer, el presidente impopular que subió al poder en 2016 tras la destitución por el Congreso de la izquierdista Dilma Rousseff, le pasará la banda presidencial a Bolsonaro el próximo 1 de enero en Brasilia.

“A partir de mañana, empezamos la transición”, declaró el mandatario conservador, impulsor de políticas neoliberales que el electo presidente pretende profundizar, particularmente en materia de privatizaciones.

“Es necesario que trabajemos todos juntos para dar continuidad a lo que hicimos, a la política económica que prevaleció en el país, así como otras políticas de naturaleza ambiental, educativa, de salud”, agregó.

El mandatario se refirió a la reforma del sistema de pensiones, reclamada por los mercados, y dijo que “sólo irá hacia adelante si tuviera el apoyo del presidente electo y de su equipo”.

“Si fuera a modificar demasiado lo que ya está listo, no da tiempo. Si quisiéramos avanzar en la propuesta que está lista, tenemos cerca de dos meses”, señaló.

El año pasado, Temer fue denunciado en dos ocasiones por la Fiscalía por corrupción y formación de organización delictiva. Pero en ambos casos las acusaciones fueron congeladas por el Congreso hasta que concluya su mandato.

La Fiscalía debe decidir también si formula una denuncia penal en su contra por, según denuncia la Policía Federal (PF), recibir sobornos para emitir un decreto en mayo de 2017 con el objetivo de beneficiar a compañías del sector portuario. AFP