Internacional
Trump culpa a México por inmigración: «No hace nada por nosotros, solo toman nuestro dinero y nos venden drogas»
24 de junio de 2018
“México no hace nada por nosotros, solo toman nuestro dinero y nos venden drogas”. Esas fueron las palabras del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, este jueves en referencia al papel de México para, a su juicio, frenar la inmigración ilegal que cruza a su país.
El presidente estadounidense criticó que los inmigrantes “caminan por México como si caminaran por Central Park. Es ridículo”.
Trump criticó que el país vecino “anima a la gente a cruzar México para llegar a la frontera” de Estados Unidos. “Porque son narcotraficantes, traficantes de personas, coyotes… nos están llegando verdaderas joyas”, dijo en tono sarcástico.
El presidente de EE.UU. se quejó de que México “podría arreglar el problema en dos minutos”. “Ellos pueden sacar a la gente de México”, dijo. “Pero no lo hacen, no hacen nada por nosotros en la frontera”, insistió.
Estas palabras llegaron solo dos días después de que el presidente dijera prácticamente lo mismo durante un discurso en la Federación Nacional de Negocios Independientes de Estados Unidos (NFIB, por sus siglas en inglés). El martes, volvió a repetir que el gobierno mexicano no hace nada para frenar la migración centroamericana y, según el mandatario, el tráfico de niños.
Trump y su retórica engañosa contra la inmigración
Las declaraciones de Trump se enmarcan en medio de la crisis política generada tras conocerse que se están separando a niños de sus padres cuando cruzan de forma ilegal a Estados Unidos. Y ocurren pese a que Trump cedió a la presión y firmó un decreto para que esto dejara de ocurrir.
Reacio a parecer débil sobre la inmigración y las fronteras, Trump continuó engañando acerca del origen de la crisis humanitaria que se vive en la frontera y afirmó que los demócratas tenían la culpa de la catástrofe, que había intentado revertir un día antes con una orden ejecutiva.
El presidente no estaba obligado a firmar nada para cambiar la práctica de la administración que provocó indignación. Podría haber revertido la práctica de separar a los niños de sus padres con una llamada telefónica.Tal como están las cosas, la orden escrita apresuradamente está sumida en la confusión, con poca claridad sobre cómo las familias se reunirán.
Trump mencionó esta orden solo de pasada el jueves, volviendo a su retórica engañosa y aguda culpando a los opositores políticos por lo que, según él, eran las leyes de inmigración más débiles del mundo.
“No les importan los niños. No les importa el daño”, dijo sobre los demócratas durante una reunión de su gabinete en la Casa Blanca. “No les importan los problemas. No les importa nada”, insistió.
Trump también habló de las condiciones de los centros en los que están quedándose los menores y dijo que eran “mejores de lo que esa gente había visto”.
“Hablan de un trato inhumano. Los leo. Los miré. Están por todos lados”, dijo Trump durante una larga y, a veces, inconexa declaración inicial. “Tenemos una situación en la que algunos de estos lugares realmente los están manejando bien”.
El presidente continuó: “Las lagunas democráticas y ordenadas por los tribunales impiden la detención familiar y conducen a la separación de la familia, sin importar cómo la cortes”, dijo el presidente. “Ayer firmé una muy buena orden ejecutiva, pero eso es limitado. No importa cómo lo cortes, al final te lleva a la separación”.
El documento que el presidente firmó se montó apresuradamente y las agencias gubernamentales se apresuraron el miércoles y el jueves para evaluar sus implicaciones. Inicialmente, el gobierno dijo que los 2.300 niños actualmente separados de sus padres seguirían siéndolo; más tarde, los funcionarios aclararon que los niños se reunirían con los miembros de su familia.
Los comentarios de Trump del jueves reflejaron su continua frustración en el tema de inmigración, que fue una piedra de toque de su campaña. Él ha seguido intentando cumplir sus promesas, incluida la construcción de un muro fronterizo. Pero ha tenido problemas para obtener la aprobación de fondos del Congreso.