Internacional
Trump quiere «reabrir» EEUU pese al coronavirus, que supera los 140.000 muertos
17 de abril de 2020
La pandemia de COVID-19 ha causado más de 140.000 muertos en el mundo, incluidos casi 33.000 en Estados Unidos, pero el presidente Donald Trump consideró este jueves que ya era hora de «reabrir» su país de forma progresiva.
Desde que apareció en la metrópolis china de Wuhan en diciembre, el coronavirus infectó a más de dos millones de personas.
Para intentar frenar la epidemia, casi 4,4 millones de personas, cerca del 57% de la población mundial, viven confinadas por decisión de sus autoridades. Y esa cuarentena golpea duramente la economía mundial.
Entre la emergencia sanitaria y la necesidad de evitar un desastre económico, los gobiernos toman cada uno por su cuenta las decisiones sobre la retirada del confinamiento. Después de que Francia y Alemania presentaran sus planes al respecto, Trump reveló el suyo este jueves.
Con más de 650.000 casos registrados, Estados Unidos es el país más afectado por la pandemia. La parálisis de sectores enteros de la economía ha provocado que más de 22 millones de personas solicitaran prestaciones por desempleo en las últimas cuatro semanas.
Trump afirmó que, dada la ralentización de la epidemia, «hay grandes zonas del país que, ahora mismo, pueden pensar en abrir».
El presidente precisó que los gobernadores locales serán los encargados de tomar la decisión, aunque afirmó que algunos estados podrían reabrir «mañana».
Las recomendaciones federales publicadas por la Casa Blanca prevén que los estados se basen en determinados criterios para retomar sus actividades en tres etapas. «No vamos a reabrir de una vez, sino en un proceso cuidadoso, paso a paso, y algunos estados van a poder abrir antes que otros», dijo Trump.
«Ojo del huracán»
Ante una disminución de las nuevas admisiones en cuidados intensivos y de las hospitalizaciones, algunos países europeos se preparan para abandonar sus medidas más restrictivas contra la pandemia.
Suiza anunció este jueves un desconfinamiento «progresivo» a partir del 27 de abril, y Alemania quiere reabrir sus escuelas desde el 4 de mayo.
El miércoles, casi la mitad de los colegiales de Dinamarca regresaron a las clases. Italia, el segundo país más afectado con más de 21.000 muertos por COVID-19, reabrió algunas tiendas, al igual que Austria.
En España, que registra más de 19.000 muertos, una parte de los trabajadores regresaron a sus empleos, pero el confinamiento se prolongará probablemente más allá del 25 de abril.
Y Francia, donde fallecieron cerca de 18.000 personas, prepara su plan de desconfinamiento progresivo a partir del 11 de mayo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recordó, sin embargo, que Europa sigue en el «ojo del huracán» y no debe «bajar la guardia», como demuestran cifras de contagios «constantes o en aumento» en lugares como Reino Unido o el este del continente.
Reino Unido, que reportó 861 muertos en las últimas 24 horas y alcanzó casi 14.000 muertos desde el inicio de la epidemia, prolongó este jueves «al menos tres semanas» el confinamiento instaurado el 23 de marzo.
Rusia, por su parte, registra casi 28.000 enfermos de COVID-19 y 232 fallecidos. Su presidente, Vladimir Putin, decidió aplazar el desfile militar para conmemorar la victoria sobre el nazismo el 9 de mayo de 1945, de la que este año se cumplen 75 años.
Preguntas difíciles
Washington, París y Londres mostraron sus recelos respecto a las informaciones proporcionadas por China al principio de la epidemia. «Llevamos a cabo una investigación exhaustiva sobre todo lo que podamos saber de cómo el virus se propagó», declaró el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo.
«Claramente, pasaron cosas que desconocemos», declaró el presidente francés, Emmanuel Macron.
Reino Unido advirtió, por su parte, a China que deberá responder «preguntas difíciles» sobre la aparición del virus.
Las primeras hipótesis sobre el nuevo coronavirus señalaban que éste pudo aparecer en un mercado al aire libre de Wuhan donde se vendían animales exóticos vivos.
El patógeno de origen animal se asemeja a un virus presente en los murciélagos y podría haberse transmitido allí al ser humano antes de mutar.
Pero medios estadounidenses mencionaron otra hipótesis. Según el Washington Post, la embajada de Estados Unidos en Pekín alertó a Washington hace dos años sobre las insuficientes medidas de seguridad en un laboratorio local que estudiaba los coronavirus en los murciélagos.
Y según Fox News, que asegura que el nuevo coronavirus es natural y no fue creado por los chinos, el patógeno procede de ese laboratorio y fue liberado de forma involuntaria, como consecuencia de malos protocolos de seguridad.
El portavoz del ministerio de Exteriores chino, Zhao Lijian, aseguró que la hipótesis de que el virus surgió de un laboratorio «no tiene base científica».
La administración Trump lleva tiempo denunciando la falta de transparencia de China, a la que acusa de querer disimular la gravedad del virus.
Washington culpa asimismo a la OMS de haber seguido las indicaciones de Pekín y ha suspendido los fondos estadounidenses para esa organización de la ONU por su «mala gestión» de la epidemia.
Los dirigentes del G7 hablaron este jueves del papel de la OMS durante una videoconferencia. La Casa Blanca afirmó que las conversaciones abordaron «la falta de transparencia y la mala gestión sistemática de la pandemia» por la organización.
«Una década pérdida»
En América Latina, la pandemia acumula casi 80.000 contagios y cerca de 3.700 decesos, la mitad en Brasil.
Pero el número de casos de coronavirus en Brasil es 15 veces mayor a lo que aseguran los datos oficiales, según investigadores que estiman que en realidad más de 300.000 personas habrían sido contagiadas y temen una hecatombe en las próximas semanas.
El combate contra el coronavirus se cobró una víctima política en el país este jueves con la destitución del ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta. Éste había mantenido durante semanas un enfrentamiento con el presidente, Jair Bolsonaro, debido a sus discrepancias sobre la forma de afrontar la epidemia.
Por su parte, el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, reconoció que su país no estuvo preparado para afrontar el coronavirus, que deja en esa nación más de 8.200 infectados y más de 400 muertos.
Los augurios sobre el impacto del coronavirus en la economía de Latinoamérica no son nada optimistas. La pandemia puede provocar otra «década perdida», entre 2015-2025, pues los países de la región están ante la peor recesión económica en 50 años, advirtió el jueves Alejandro Werner, director del Hemisferio Occidental en el Fondo Monetario Internacional (FMI). AFP