Nacional
“10 medias por un dólar”: El grito de moda en el centro de Valencia
11 de diciembre de 2020
Patricia Sayago no es economista ni experta financiera. Pero no le hace falta nada de eso para sacar unas cuentas sencillas. Ella es una carabobeña que simplemente intenta sobrevivir y por eso tomó decisiones que la cuarentena le obligó.
Tiene cuatro hijos y es madre soltera. Antes trabajaba en una panadería de la que salió como parte de la reducción de personal aplicada en ese, y la mayoría de los comercios de la entidad, cuando iniciaron las medidas de control de la COVID-19.
Después comenzó a vender café de manera informal, pero fue fácil entender que no era rentable. “Si los pongo en 50 mil bolívares y logro vender 20 cafés, eso es un millón con lo que no hago nada porque un kilo de arroz cuesta eso prácticamente, es terrible”.
Por eso ahora es una de las que grita en pleno centro de Valencia: “10 medias por un dólar”, que se ha convertido en el grito que más se escucha por esas calles con gran movimiento comercial.
“Por lo menos aquí si hago tres dólares compro el almuerzo y por eso prefiero ser buhonera». Ella vende en dólares porque sabe que el bolívar se devalúa.
«A veces nos tenemos que calar los insultos de la gente que nos dice que esto no es Estados Unidos».
Mariángel Acosta tiene 23 años y también es madre soltera. Ella tuvo que salir a las calles a trabajar por la severa crisis económica que enfrenta. «Antes mi mamá me daba todo, ella es abogado. Pero se fue del país porque no le estaba yendo nada bien aquí».
Luis Pérez no tiene hijos, es ingeniero en sistemas y se vino de Coro a Valencia a buscar mejor calidad de vida luego de perder su empleo al comienzo de la cuarentena. Pero no ha sido así.
«Yo trabajaba como cajero en un supermercado y salí por reducción de personal. No conseguía nada allá y me vine pensando que aquí por ser una ciudad más grande me iría mejor, pero estoy hasta descapitalizado. No tengo ni lo que me traje».
Perseguidos por la policía
Más allá de toda la difícil situación que viven, se enfrentan a un problema que no han podido resolver.
Mientras están en la calle son perseguidos por funcionarios de la Policía Municipal de Valencia, quienes no solo les dicen que no pueden estar ahí haciendo comercio informal, sino que les quitan la mercancía.
«Prácticamente nos roban, y eso no debe ser así porque es una inversión que con esfuerzo hemos hecho y nos quiebran. Nosotros y nuestros hijos viven de esto».
https://youtu.be/Sy-dagtpXVg
Vía Caraota Digital