Según el Banco Central de Venezuela (BCV), la liquidez monetaria ascendió a 122,72 billones de bolívares al cierre del año 2017. Esta cifra representa un crecimiento de 1.069% en comparación con el mes de enero.
El ente emisor para contener la inflación, aplica las subastas de Mercado Abierto, compuesto por las Operaciones Extraordinarias de Absorción y bonos “Directo BCV”.
Durante el año 2017, el BCV drenó entre ambos instrumentos 823 millardos de bolívares, lo que refleja un crecimiento de 17,45% en comparación con el cierre del año anterior.
Este año por concepto de las Operaciones Extraordinarias de Absorción, sumaron 765 millardos de bolívares en 51 operaciones. Los meses en los que el ente emisor drenó mayor cantidad de recursos fueron marzo, junio, septiembre y diciembre, cada mes con 75 millardos de bolívares.
Mientras que los “Directo BCV” sumaron 58 millardos de bolívares en 51 operaciones, siendo el mes de diciembre donde se drenó la mayor cantidad con 10 millardos de bolívares.
No obstante, estas subastas resultan insuficientes, por cuanto los medios utilizados por la autoridad monetaria para limitar las presiones de la liquidez sobre los precios, “enfrentan el problema de que a la larga alimentan el crecimiento de la liquidez” según analistas sobre la materia. Igualmente, indican que el crecimiento de la liquidez tiene que ser sostenido por la actividad económica para financiar su crecimiento sin distorsiones. De lo contrario, un crecimiento exagerado de la liquidez se convierte “en una fuente de presión inflacionaria”.
Uno de los elementos que presentan las subastas es que se debe pagar un rendimiento por los recursos que capta al amparo de esa política y, cuando se produce el rescate de este, los intereses pagados se suman a la liquidez excedente, ampliándola de la misma manera, reseñó El Universal.