Por Génesis Daniela Prada
Arte: Paloma
De acuerdo con el más reciente informe del Monitor de Feminicidios, elaborado por Utopix, en el primer semestre de 2024 ocurrieron “94 posibles femicidios consumados” en el país. En promedio, cada 46 horas una mujer venezolana fue víctima de un acto feminicida.
Durante el mismo periodo en 2023, tuvieron lugar 99 muertes violentas de venezolanas; 113 en 2022, 126 en 2021, 137 en 2020, y 82 en 2019. La investigación, basada en los feminicidios reseñados por medios de comunicación, destaca que la mayoría de las mujeres tenían entre 16 y 30 años de edad, y observa “un pico entre los 36 y 40 años”.
En otras palabras, en Venezuela las mujeres no están a salvo. A causa de la gravedad del panorama, Utopix considera imprescindible un Plan de Emergencia Feminista dirigido a prevenir, atender y mitigar la violencia basada en género.
Asimismo, la organización registra un incremento en los feminicidios en grado de frustración, pues contabiliza 12 casos. Mientras, nueve venezolanas perdieron la vida a manos de la violencia machista en el exterior: Colombia, Ecuador, Perú y Portugal.
Según el balance efectuado por el Observatorio Digital de Femicidios del Centro de Justicia y Paz (Cepaz), más de 30 niños, niñas y adolescentes quedaron huérfanos debido al feminicidio de sus madres.
Comprender las dimensiones de la problemática, y las consecuencias, del feminicidio en Venezuela resulta una tarea significativamente compleja dada la inexistencia de cifras oficiales, y la falta de recolección de datos segregados por sexo y analizados con perspectiva de género, interseccional y de derechos humanos, por mencionar algunas.
“Estos datos podrían revelar la verdadera magnitud de este delito y facilitar la actuación coordinada desde las distintas estructuras del Estado desde su área de competencia”, destaca la institución.
Cepaz y Utopix llevan a cabo la recolección y estudio de acciones feminicidas en el territorio venezolano de manera voluntaria, en medio de la opacidad informativa sobre este fenómeno social.
La recopilación de las características de las víctimas, el femicida y el contexto donde sucedió el crimen, más el establecimiento de la relación entre dichos factores, permite estudiar las motivaciones detrás de los feminicidios, y los patrones conductuales de los victimarios, apunta el artículo Hablemos de feminicidios.
Luego de la reforma de 2014, la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia define al feminicidio como: “forma extrema de violencia de género, causado por odio o desprecio a su condición de mujer, que degenera en su muerte producidas tanto en el ámbito público como privado”.
El instrumento legal venezolano señala que los feminicidios son delitos contra los derechos humanos, y deben comprenderse como un tipo penal autónomo, con aspectos específicos y diferentes en comparación con el homicidio.
No obstante, la normativa no impide la perpetuación del machismo en la cultura venezolana, ni mitiga la vulnerabilidad de las mujeres, en tanto, en Venezuela persiste la ausencia de garantías de protección frente a la violencia feminicida, y las practicas sexistas también pueden encontrarse en el sistema nacional de justicia.
Si necesitas apoyo, puedes comunicarte con el Instituto Nacional de la Mujer (Inamujer) al 0800 – 6853737, o con la organización Tinta Violeta al 0412-6924062/4020 y 0412-6924073/4804
*Esta publicación pertenece a la Red de Mujeres Constructoras de Paz en alianza con Diario La Nación