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19 de abril de 2024
En medio de la pandemia y el confinamiento por la Covid-19, la ausencia del transporte público y la escasez de gasolina, el uso de la bicicleta como una manera para trasladarse se masificó.
En Maracaibo se ha convertido en la solución para quienes necesitan salir a hacer sus compras o ir a sus trabajos. Incluso, un grupo importante de jóvenes estudiantes o desempleados usa la bicicleta como herramienta de trabajo para prestar servicio a domicilio.
Sin embargo salir en bicicleta tiene sus riesgos e implica todo un desafío, más en una ciudad donde las leyes muy poco se cumplen. Donde, además, algunos conductores deambulan por la ciudad como les «da la gana».
Una vida en dos ruedas
La mañana del domingo 16 de agosto amaneció conmocionada. Una joven de 24 años de edad identificada como Fiorella Giussepina Giurdanella Bracho, de 24 años, pereció arrollada por un camión en la Circunvalación 3.
«El camión la impactó y arrastró varios metros. Intentamos conseguir la placa del vehículo que arrolló a Fiorella, pero nunca se detuvo y se dio a la fuga», manifestó un compañero en medio de la consternación.
Los ciclistas hacían un entrenamiento de rutina por la circunvalación 3 y se dirigían al kilómetro 25. Luego del incidente, de inmediato se encendieron las alarmas, las noticia corrió por todas las redes sociales y el mensaje se hizo viral.
«Una vida en dos ruedas» es la etiqueta mediante la cual familiares, amigos y conocidos de la joven ciclista expresaron su consternación e indignación por el lamentable suceso.
Fiorella era parte del grupo Ciclovias Maracaibo, que promueve a través de la educación y difusión el uso de la bicicleta de manera sustentable para hacer una ciudad más amigable.
Sus compañeros de rodada también expresaron sus condolencias por el suceso que enluta a esta familia zuliana.
«A cualquiera nos puede pasar lo que le ocurrió a ella. No hay respeto por la vida», manifestaron algunos.
A través de sus redes sociales la organización Ciclovias Maracaibo repudia los hechos y exige a las autoridades que «se mejoren las condiciones dentro de la ciudad de Maracaibo para el resguardo de la vida de todos y todas».
No hay respeto por los ciclistas
La muerte de la joven ciclista revivió la discusión sobre el uso de la bicicleta en la ciudad y trajo el recuerdo de quienes han sido victimas de agresiones, ataques y robos de sus unidades.
«Esto no algo nuevo, los ciclistas siempre hemos sido blanco de los conductores. Ahora con el aumento de su uso se han hecho más visibles estas cosas», comenta Ángel López.
«Hemos tenido muchos inconvenientes que ponen en peligro la vida de quienes andan en bicicleta por la ciudad».
En estos cinco meses quedó en evidencia el peligro que corren las personas que usan este vehículo de dos ruedas para salir a trabajar o a realizar compras y diligencias.
Como es el caso de Oswaldo Villalobos de 42 años, quién reside en el sector San Jacinto al norte de la ciudad. «Hace como un mes venia de regreso del trabajo en mi bici. De pronto, de la nada un vehículo intento sacarme de la vía», cuenta.
«Como pude esquive el carro y me lance hacia la cuneta, caí y me lesioné un brazo, también tuve muchos raspones».
Esta situación se repite con frecuencia en las calles y avenidas de Maracaibo. Conductores que agreden a los ciclistas sin motivo. «Nos lanzan el carro, nos tocan corneta, se nos ponen a un lado y nos amenazan. Son muchos los malos ratos que pasamos en la calle solo por andar en bici».
«Los conductores nos ven como sus enemigos, somos una amenaza. No nos respetan», acota Villalobos.
ESTAMOS DE LUTO pic.twitter.com/n5D8J94Ftg
— Ciclovías Maracaibo (@CicloviasMcbo) August 16, 2020
Otra situación que abunda es el robo de las bicicletas. Varios han sufrido la tragedia de perder sus vehículos en atracos a mano armada, a otros se las hurtaron de los espacios dónde las dejan cuando van a hacer compras.
«Aún con todos los mecanismos de seguridad nos roban. No hay garantía de que si la dejas afuera, amarrada con su cadena, esté cuando salgas», cuenta un ciclista a quien le robaron la suya a principio del mes de junio.
«Somos nosotros quienes nos organizamos cuando algún compañero reporta la perdida de su bici. Las autoridades no hacen nada sobre esto. Ya ni siquiera denunciamos cuándo ocurre porque no somos tomados en cuenta. La denuncia se queda en el aire».
Leyes y políticas para el beneficio de todos
Desde el año pasado, cuando comenzó la escasez de gasolina que impide a los conductores surtir sus vehículos, se empezó a observar un aumento en el uso de la bicicleta.
«Nos complace que se esté usando la bicicleta y que sea la alternativa ante la ausencia del transporte público y la falta de gasolina. Pero no todo funciona cómo debería ser», indica López.
En este sentido hace algunas observaciones sobre las consecuencias en cuanto al uso de la bicicleta en la ciudad sin una planificación adecuada. «Hay un aumento desmedido del uso de la bicicleta por dos razones: la crisis de combustible y los beneficios ante la pandemia en comparación al transporte público».
«Ante estas dos situaciones muchas ciudades del mundo se han preparado y podido afrontar la situación, como por ejemplo incentivando más el uso de la bicicleta y generar espacios seguros para la circulación de ciclistas».
«Una práctica aplicada extensamente es la de acondicionar ciclovías temporales que permiten rápidamente un tráfico a mayor volumen y brindan seguridad, estas a su vez permiten evaluar la receptividad, para así proyectar ciclovias permanentes», explica.
«En Maracaibo no existen políticas públicas que permitan solventar situaciones como las que estamos viviendo ahora con el tema del transporte y la movilidad de las personas, es necesario que se tomen en cuenta las particularidades que tiene la ciudad».
«Hay que hacer una campaña de educación y de conciencia para estimular la sana convivencia entre los ciclistas, peatones y conductores».
«Nuestra organización tiene una serie de recomendaciones al respecto, pero mientras las autoridades y entes encargados nos sigan ignorando y no se aboquen a la búsqueda de soluciones no podremos lograr el objetivo», apunta.
Diseñar y establecer espacios recreativos que incentiven el uso de la bicicleta y que permita sumar más personas a la iniciativa son otras recomendaciones.
«Y lo más importante establecer regulaciones y normativas legales para impulsar la economía entorno al uso de la bicicleta, señalización en las vías, estacionamientos obligatorios para bicicletas en comercios, entre otros», concluye.
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