Nacional
En carne propia vivió la población el viacrucis del transporte público
2 de abril de 2018
La semana santa para los tachirenses no fue la mejor: pasada por lluvia, sumida en una carestía inimaginable y como complemento, hubo que soportar en carne propia el “viacrucis” del transporte público, que no laboró excepto Trasntáchira y una que otra unidad del sindicato.
El pueblo tuvo que asumir el subirse en cualquier camión inadecuado, donde también hubo denuncias de abusos en la tarifa que cobraron al igual que los taxistas de quienes se afirmó hicieron su “agosto” en pleno marzo.
Calles solas, fue lo que predominó en los días de asueto. La razón fundamental era la falta de transporte la gente muy poco tenía como movilizarse, estaban “atrapados” en la ciudad y cada población, Cuando alguien decidía prestar el servicio era con la tarifa que en ese momento se le antojara.
Era una pesada cruz que el pueblo tuvo que cargar, pues no había a quien acudir para que regularan tal irregularidad de los altos precios establecidos. Era o pagas al subir o te quedas. Este domingo, fue el remate del “festín” santo, la gran mayoría intentaba salir de sus casas a los mercados en busca de algo de alimento o quienes tenían que cubrir guardias en sus trabajos tuvieron que someterse a los caprichos de quienes tenían la posibilidad de abusar con los precios de cada una de las tarifas.
Colocaron combustible
Para la población, la inquietud era que en las estaciones de servicio habían visto a muchas unidades de transporte colocando combustible a pesar de que todos sabían que no estaban prestando servicio.
En el Gobierno, nadie daba una explicación sobre el particular y en el Sindicato de Transporte sólo se admitía que quien quisiera trabajar estaba libre de hacerlo.
Camiones estacas
Durante toda la semana se observaron camiones estacas y otro tipo de vehículo prestando servicio de transporte. Todos colocaban la tarifa a su parecer y este domingo la duplicaron sin darle ninguna alternativa a la población que le tocó caminar o caer en la ola especulativa.
Cien mil bolívares la carrera
En la parada de San Josecito, sobre las 10:00 de la mañana se detuvo un taxista. Bajó de su unidad y gritó: ¡hasta San Cristóbal a 25 mil cada uno!, es decir que estaba cobrando la carrera desde esa población a la ciudad capital en 100 mil bolívares. La mayoría de los que estaban en la parada le acentuaron el abusos porque estaba intentando hacer su “agosto” en pleno fin de semana Santa.
Augusto Medina