En el estado Lara, los pacientes rechazan el trasplante de hígado y riñón, mientras que otros tienen riesgo de regresar a diálisis por falta de inmunosupresores en las farmacias del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS).
La defensora de pacientes crónicos, Soribel Yústiz, denunció que hay 260 personas en riesgo de perder su trasplante por falta de tratamiento, “No solo hay ausencia de Prograf, que es usado por el ochenta por ciento de los pacientes, también falla la entrega de Certican y Rapamune; la llegada de estos medicamentos es intermitente”, según reseña El Pitazo.
Los pacientes no tienen más opción que recortar la dosis del tratamiento. Unas que otras veces se ayudan con donaciones o recurren a familiares para comprar una caja de Prograf o Micofelonato en Colombia, que cuesta entre cien y ciento treinta dólares, pero solo dura un mes, según medios locales.
También, a la defensora le afectó la escasez a finales del 2019 por los efectos adversos del genérico Micofelonato, que importa el Seguro Social de India.
El cofundador de la oenegé SOS Pacientes Renales, con sede en el estado Lara, Douglas Morales, denunció que desde enero las autoridades de salud aseguraron que hay retrasos en la importación de inmunosupresores y se han limitado a entregar cajas de Prednisona vencidas en 2018 para desmovilizar las protestas de pacientes. (Cortesía Diario El Universal)