Los habitantes del municipio Guajira, al norte del estado Zulia, sufren de escasez extrema de agua, teniendo que recorrer largas distancias en burros y carretas, para hallar pozos o jagüeyes y abastecerse del preciado líquido.
La mayoría de los habitantes consumen agua no tratada, lo que conlleva riesgos para la salud. La situación es grave y los líderes comunitarios la denominan como “la sed milenaria”.
Los pobladores de la zona aseguran que los rebaños migran a otras comunidades fronterizas en busca de un jagüey o molinos de viento para mitigar su sed.
Estas comunidades llevan casi siete años sin agua por las tuberías. El 90 % de las personas que hacen vida en este territorio tiene que recurrir a pocas alternativas poco saludables para acceder al agua.
Uno de los habitantes del casco central de Paraguaipoa expresó a través de Radio Fe y Alegría Noticias que la mayoría de las personas consumen agua de pozo.
“Si no se trata el agua, no le echas cloro, vienen bacterias; entonces, eso es lo que pasa aquí en el pueblo. Al pueblo lo están dejando acabar”, dijo.
Destacó que un anillo de agua puede tener un costo de 12 mil pesos colombianos (unos 120 bolívares), a pesar de que no es agua tratada.
¿Cuántos jagüeyes se recorren para conseguir el agua?
Otro de los habitantes de la zona aseveró que para poder obtener un poco de agua, deben realizar un recorrido por al menos ocho jagüeyes.
El hombre destacó que el agua que se consigue en el jagüey de Santa Elena es un poco más “clara” que la que encuentra en otros lugares similares.
Los habitantes realizan entre cinco y seis viajes al día, usando burros y carretas para poder trasladar las pimpinas de agua. El arduo trabajo es diario.
Esta problemática es una de las calamidades que padecen los habitantes de la región, tanto del lado venezolano como en el departamento de la Guajira colombiana.