La Organización de Estados Americanos estrenará nueva máxima autoridad a partir del mes de mayo.
El nuevo secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) solicitará en mayo, una vez que asuma formalmente su cargo, el estatus legal de Venezuela, luego que este país denunciara en el 2017 la Carta del organismo para retirarse de manera formal dos años después en el 2019.
Luego, la institución recibió al representante del llamado “gobierno interino” de Juan Guaidó, reconocido para entonces por los países ahí afincados, por lo que Alberto Randim, su nueva autoridad, consultará mediante un diálogo previo con el gobierno de Nicolás Maduro por algún cambio de postura.
“Se debe ser neutral y no tomar partido por ninguno de los lados”, dijo el diplomático al conocerse los resultados del sucesor del uruguayo Luis Almagro, fuerte opositor del gobierno socialista bolivariano.
Como se sabe, la OEA es un foro político panamericanista continental, creado el 30 de abril de 1948, cuya sede está en la ciudad de Washington, Estados Unidos, y cuya historia se inicia luego de la convención regional que se había realizado ese mismo año en Bogotá, la capital de Colombia, y que ahora cuenta con la participación de 34 países del hemisferio.
Ha sufrido reformas durante su existencia, como la de 1967 en cita efectuada en Buenos Aires, Argentina, y en 1985 con el Protocolo de Cartagena de Indias llevada a cabo en Colombia.
La OEA se sostiene bajo los pilares de la Democracia, defensa de los Derechos Humanos, Seguridad y Desarrollo de los pueblos revelados en ocho puntos de sus propósitos y catorce puntos en sus principios.
Sin embargo, ya existe la postura del representante norteamericano, el secretario de Estado, Marco Rubio, quien ha adelantado que tanto Cuba, Nicaragua como Venezuela constituyen un serio peligro para la seguridad de esta parte del continente.
La Organización de Estados Americanos surgió bajo el consenso de países como: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Haití, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
Precisamente fue nuestro país el que en enero de 1962, en la reunión anual llevada a cabo en Punta del Este, Uruguay, solicitó la expulsión de Cuba de la institución tras evaluar sobre “la ofensiva del comunismo en América Latina”, resolución aprobada por trece votos a favor y uno en contra y las abstenciones de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador y México.
Después de cuarenta y siete años, ya en Honduras, la misma OEA abrió las puertas para el retorno al organismo de la isla caribeña, lo que fuera rechazado por esta, por lo que se mantiene la tierra de Fidel Castro fuera de cualquier participación en sus quehaceres.
En la actualidad, muchos critican la inoperancia de la Organización, el incumplimiento de sus principios y su docilidad frente a los Estados Unidos, la nación que más contribuye económicamente a su sostén.
Por aclamación eligieron
al nuevo secretario general

Alberto Ramdin es un diplomático de vieja data, canciller de su país, Surinam, y quien fuera secretario adjunto de la OEA en los años 2005 y 2015, elegido por aclamación a pedido de Perú y quien será el sucesor de Luis Almagro en el próximo mes de mayo.
Él es el primer caribeño que se ubica a la cabeza del organismo, que funciona para el fomento, cooperación y sostén de la democracia, así como la defensa de los derechos humanos y apoyo a la seguridad y desarrollo de los pueblos.
Esta institución, que el próximo mes de abril arribará a sus setenta y siete años de funcionamiento, ha tenido sus altibajos en su largo trajinar y en el incumplimiento de los fines para los cuales fuera formado, creándose por ello otros entes que aunque no han logrado eliminarla, sí han debilitado su labor primigenia a través del tiempo, acusada muchas veces de injerencismo y sobre todo de apoyar al gigante norteamericano.
Asumirá el cargo que por diez años detentó el uruguayo Luis Almagro, bajo un respaldo total de los embajadores de los diferentes países, sobre todo de la Caricom, luego del retiro de su principal contendor, el paraguayo Rubén Ramírez.
Víctor Matos