Nacional
La peligrosa “solución” de los transportistas ante el alto precio de los cauchos
21 de febrero de 2020
La crisis que vive el sector transporte en Venezuela no solo afecta a los usuarios, el dueño de cualquier autobús o carro que preste servicio de transporte vive el alto costo de insumos y repuestos para seguir activo.
Los insumos más caros para mantener un vehículo siguen siendo las baterías y los cauchos, estos últimos los que reciben mayor desgaste y obviamente los que ameritan cambios con mayor frecuencia.
El venezolano ha logrado sortear la mayor cantidad de obstáculos para permanecer en el país y seguir trabajando para sobrevivir sin la necesidad de abandonar su lar natal, tal es el caso de Yurby Pérez joven de 28 años que trabaja de “rapidito” para la zona norte de la ciudad.
Yurby Pérez se las ingenió para seguir con su camioneta ranchera prestando el servicio de transporte. A pesar del riesgo que corre tuvo que reparar sus cauchos delanteros con la banda de rodamiento de otra llanta dañada.
Ante el sol inclemente de Barquisimeto y el calor que asedia en esta época a la ciudad, Pérez contó que no es el único que optó por esta opción. “Hay más de diez carros que aplicaron lo mismo. Sabemos que es un riesgo, pero tenemos que trabajar para llevar el pan de cada día a nuestra casa. Cuando uno tiene hijos hace lo que sea por ellos”.
Al ser abordado por el equipo periodístico, Pérez dijo “tómele fotos, las que quiera a ver si el Gobierno las ve y se conduele y hace algo para solucionar esta crisis que vivimos”.
Entre 150 y 300 mil bolívares fueron los que Yurby Pérez tuvo que desembolsillar Yurby Pérez, para reparar sus cauchos. “Tuve que hacerlo así. Cada caucho de atrás me salió en 70$. Quité prestado aquí y allá, pero no puedo endeudarme con todo el mundo porque sino no como”. Está arriesgada opción puede durar entre 2 o 3 meses.
Cabe destacar que entre los riesgos que corre el conductor y los pasajeros que recoja en el trayecto es que el caucho exploté en pleno moviendo del vehículo. También ese rodamiento improvisado puede dañar la carrocería del vehículo lo que podría ser como se dice en el argot popular, “peor el remedio que la enfermedad”.