“Es muy amplio el catálogo de violaciones a los derechos humanos en Venezuela”, aseguró Ana Leonor Acosta, directora de la Coalición por los Derechos Humanos y la Democracia; en relación a los recientes casos de torturas a militares.
Manifestó para una entrevista a HispanoPost que, desde 2017, han denunciado las torturas realizadas por parte de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim), encabezada por el mayor general Iván Hernández Dala en complicidad con las instituciones del régimen de Nicolás Maduro.
“La primera denuncia que realizamos fue en 2017 con el capitán Juan Carlos Caguaripano, a quien inyectaron sustancias químicas de origen desconocido. Fue asfixiado y le desprendieron uno de sus testículos de tantos golpes que recibió”, dijo Leonor Acosta.
Detalló algunos de los mecanismos de torturas que aplican contra los militares detenidos en el país: los guindan, reciben fuertes golpizas, los asfixian con bolsas de excrementos, les arrancan las uñas, los lanzan por barrancos, les aplican electricidad, los envuelven en colchonetas y los golpean, y hasta los han violado sexualmente.
Leonor Acosta reveló que oficiales como el teniente coronel Igbert Marín Chaparro y el general Raúl Isaías Baduel, sufren la denominada “tortura blanca”, que consiste en desapariciones, aislamiento, reclusión en lugares de bajas temperaturas y sin acceso a la luz solar.
“Las relatan delante de los jueces y fiscales del Ministerio Público. Hemos solicitado investigación ante unidades de prevención de la tortura y no recibimos respuesta, por eso decimos que hay complicidad”, dijo la abogada, quién destacó que las denuncias de torturas las obtiene directamente de las víctimas al momento de ser presentadas ante los tribunales competentes.
En relación a los otros funcionarios detenidos el 21 de junio, denunció que también han sido torturados, “aunque no con la misma magnitud de Acosta Arévalo”. “La información que tenemos es que han recibido golpizas, pero están de pie”, añadió.