Nacional
Oficialismo y oposición no presentan proyecto de país para los venezolanos
17 de octubre de 2020
“Es inmoral realizar elecciones cuando el pueblo sufre las consecuencias de la pandemia, carece de las condiciones mínimas para su subsistencia, y no existe transparencia en las reglas y mecanismos de verificación que deben regir un proceso electoral”.
Los arzobispos y obispos de Venezuela dirigieron a la comunidad nacional e internacional la exhortación pastoral sobre la dramática situación social, económica, moral y política que vive nuestro país, en la que comparten sus reflexiones sobre las “ya conocidas angustias y carencias que sufre el pueblo de Venezuela”.
En ocasión de la reunión de comisiones episcopales realizada de forma virtual desde el 13 al 15 de octubre de 2020, en la citada exhortación, divulgada este jueves 15-O, se refieren una vez más a las elecciones parlamentarias, indicando que “el evento electoral convocado para el próximo 6 de diciembre, lejos de contribuir a la solución democrática de la situación política que hoy vivimos, tiende a agravarla”.
Afirman que “es inmoral realizar elecciones cuando el pueblo sufre las consecuencias de la pandemia, carece de las condiciones mínimas para su subsistencia, y no existe transparencia en las reglas y mecanismos de verificación que deben regir un proceso electoral”.
Aunado a ello, exponen que aún deben realizarse las elecciones presidenciales, “pues las del 2018 estuvieron signadas por condiciones ilegítimas que han dejado al actual régimen, a los ojos de Venezuela y de muchas naciones, como un poder de facto”, e insisten nuevamente en que “no basta la simple abstención para poner en evidencia la ilegitimidad del proceso y alcanzar el cambio político tan deseado”.
Señalan igualmente las diversas situaciones que enfrenta el pueblo venezolano, “desde la escasez y el desabastecimiento de alimentos, pasando por la deficiencia de los servicios públicos, hasta el irrespeto de sus derechos más elementales”, que se potencian con la pandemia por covid-19.
“Son muchos los que se sienten angustiados e indefensos”, expresan los obispos, y destacan que “la Iglesia católica, a través de sus instituciones y parroquias, acompaña de cerca la vida de nuestro pueblo, e intenta suplir sus necesidades prioritarias, desde sus limitadas posibilidades, competencias y permisos que le otorgan”.
El Episcopado venezolano afirma que “tanto el oficialismo como la oposición no presentan un proyecto de país que logre reunir y convencer la voluntad mayoritaria del pueblo venezolano de vivir en justicia, libertad y paz”.
Añaden que Venezuela “reclama a gritos un cambio de actitud en toda la dirigencia política”, y sustentan el argumento al citar al papa Francisco en su más reciente Encíclica Fratelli Tutti: “hace falta la mejor política puesta al servicio del verdadero bien común”.
En relación con el derecho a la protesta pacífica, rechazan la represión por parte de las autoridades y la censura informativa, señalando que “este modo de actuación por ser contrario a los principios democráticos consagrados por nuestra legislación”, aseverando que “el pueblo venezolano exige libertad para reclamar sus derechos constitucionales”
La Iglesia se refiere también a la realidad migratoria del país, que manifiestan observar con dolor, pues consideran que “más que emigrar, huyen de un país que no les ofrece garantías de una vida digna”.
“La dignidad de las personas es ampliamente irrespetada en nuestro país y muchas de las situaciones que se sufren constituyen crímenes de lesa humanidad”, apuntan los obispos.
“Es de justicia, por tanto, que los responsables de las ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y torturas sean juzgados, y que las instituciones del Estado actúen, conforme a derecho, para que estos hechos abominables no se produzcan de nuevo”.
La exhortación concluye invitando a los católicos a elevar sus oraciones a Dios, con la petición al próximo beato Dr. José Gregorio Hernández, para que desde su “ejemplo de santidad y civismo nos señale la ruta para hacerla presente en el hoy de Venezuela” y pidiendo a Nuestra Señora de Coromoto su intercesión “para la conquista de la convivencia democrática y el reencuentro de todos los venezolanos”.