“Nuestras operaciones están trabajando solo lo esencial, hemos disminuido nuestra operatividad porque contamos con el internet más lento de la región”, explicó. Desde la organización solo se está publicando contenido esencial para alentar a las personas a que se documenten y denuncien cualquier violación a sus derechos fundamentales. “La comunicación que llevábamos con nuestros activistas en el interior del país está casi paralizada”, dijo aludiendo el colapsado sistema de internet en Caracas, y el casi inexistente servicio en el interior del país. “Y a todo eso se le suman las fallas en el servicio eléctrico”, manifestó.
Damiano informó que el trabajo de investigación y comunicación se reduce por la cuarentena, por lo que por ahora la organización se limita solo a contar con los medios de comunicación tradicionales. “Y a veces no podemos hacer la documentación completa por falta de conexión”, indicó. “Las personas víctimas de violaciones a sus derechos humanos no pueden recurrir a espacios online para conocer cómo deben actuar y a cuáles instituciones ir, y estas son las más afectadas por el problema”.
Teletrabajo en duras circunstancias
Las empresas que emplean el teletrabajo por la naturaleza de su rubro, o por la adaptación a la contingencia también pertenecen al sector más afectado por el deterioro de la infraestructura de las telecomunicaciones.
“Dependemos de la conexión para hacer el trabajo diario”, relata Luciano Méndez, director de las empresas de mercadeo digital Puerto Ordaz y Strategio, con 6 y 5 años en el mercado respectivamente. “Cuando a uno se le cae el internet el otro tiene que resolver. Se le asigna al que tenga internet en ese momento para poder hacer una publicación o una nota a la web”, manifestó.
«La infraestructura de internet sufre las consecuencias de años de abandono y desinversión”, expresó Misle González.
Lo que más impacta a empresas como esta no es solo la realización y envío del contenido para sus clientes. En un contexto de recesión económica global a causa de la pandemia por el nuevo coronavirus, empresas que no pertenecen a los rubros prioritarios no pueden laborar, y por lo tanto deben o disminuir su inversión en la publicidad digital, o prescindir del servicio. “Nos toca adaptar el presupuesto a la necesidad de ahorita, las básicas de cada quien, ese ha sido el mayor reto, ¿cómo entender a los clientes y acompañarlos durante el proceso y que ellos también nos acompañen a nosotros?”, manifestó Méndez. A quien logre sortear el colapso de internet.
Además, aseguró que se apoya con socios en el exterior para subir contenido más pesado, como videos. “A veces hay que ir a buscar el archivo a casa del diseñador -si este no tiene internet- para poder enviarlo desde algún sitio donde sí haya conexión”, explicó.
El publicista indicó que, aunque es un reto, los negocios y empresas que tendrán una ventaja en el mercado cuando la cuarentena termine, serán las que se hayan mantenido activas y hayan seguido ofreciendo contenido adaptado a la realidad. “Si bien puedes tener tu negocio cerrado, puedes dar contenido desde la voz y la personalidad de tu marca, puedes educar a la gente de cómo seguir innovando y creando”, expresó. Todo esto a quienes tengan la posibilidad y el acceso a un servicio que cada vez está menos disponible para algunos sectores del país.
“El principal reto para nosotros es el poder mantener un flujo de trabajo constante y fluido dentro del equipo y mucho de lo que hacemos depende de eso”, manifestó por su parte José González, el director de Promo Actual, otra empresa guayanesa dedicada al marketing digital. La única arma de combate para estas empresas es la reprogramación, y la optimización del tiempo, que debe aprovecharse al máximo para las pocas horas en las que se cuente con el servicio. “Se pierde tiempo, dinero y paciencia. No nos permite consolidar un ritmo de trabajo continuo que nos permita cumplir con los tiempos de entrega”, indicó. Esto se traduce en pérdida de ingresos.