La Asamblea Nacional sancionó la noche del jueves la reforma de la Ley de Impuestos a las Grandes Transacciones Financieras. El hecho ha generado diversas reacciones entre las que destacan las críticas al texto legal pues se argumenta que es un cerco tributario a los venezolanos.
La iniciativa, presentada por la Comisión Permanente de Economía, Finanzas y Desarrollo Nacional, busca que las transacciones en divisas paguen un impuesto al menos igual o superior al que hoy pagan los débitos en bolívares.
La consultora Síntesis Financiera sacó un hilo en Twitter explicando cómo afecta al país. De acuerdo a la información el impuesto a las grandes transacciones financieras a los pagos en divisas «ataca el síntoma, y no la causa, de la pérdida de espacio del bolívar». Esto, según la firma, puede terminar incentivando la huida de estos pagos hacia la informalidad.
«De ser así, erosionará las captaciones en divisas del sistema bancario y debilita la posibilidad de lograr una intermediación crediticia significativa y debidamente reglamentada teniendo en cuenta el riesgo cambiario2, continúa en el texto en la red social.
Asegura que también desperdiciará las mejoras recientes en el sistema de pagos dirigidas a facilitar las transacciones comerciales cotidianas, especialmente entre personas naturales.
«El nuevo IGTF busca preservar el espacio del bolívar en el sistema de pagos y aumentar la recaudación fiscal encareciendo el uso de las divisas como medio de pago», agrega.
Asimismo dice que se trata de impuesto regresivo, y aplica indistintamente del nivel de ingreso del contribuyente. «El incentivo predominante es la recaudación de ingresos», dice.
«Tendrá impacto inflacionario y es un lastre para el incipiente proceso de recuperación económica», agrega.
En la nueva Ley se establecen tres bandas para fijar las tasas del impuesto:
De 0 a 2% para casi todas las transacciones con bolívares
De 2 a 8% para las transacciones dentro del sistema bancario en divisas o criptomonedas que no sean emitidas por el BCV; y
De 2 al 20% en el caso de las transacciones en divisas o criptomonedas no emitidas por el BCV sin mediación de instituciones financieras (pago en efectivo).
La Ley de Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) aprobada otorga al Ejecutivo nacional la potestad de decidir los valores para estas bandas. De igual forma, señala que todos los comercios deben adecuarse a las directrices emanadas desde el SENIAT para el pago de los tributos.
La ley establece además una disposición transitoria mediante la cual todas las transacciones en bolívares tendrán un impuesto del 2% y las que sean en divisas y criptomonedas del 3% hasta tanto el gobierno de Nicolás Maduro no defina cuáles serán los porcentajes.