“No existe un concepto único y universal del término. La mayoría hace referencia a las cualidades, a los procedimientos y a las instituciones, como referentes para su definición. De allí que existan diversos tipos, cuyas diferentes prácticas producen diferentes efectos. Su forma depende de las circunstancias políticas, sociales y económicas así como los factores históricos y culturales prevalecientes en un momento dado.
La mayoría de las definiciones concuerdan en que es «la forma ideal de participación ciudadana en el gobierno, ya sea en forma directa (la Democracia Participativa) o indirecta (la Democracia Representativa)» Está última es la más común en el mundo después de la II Guerra Mundial.
Un sistema político se considera democrático si al menos cumple estos 5 principios:
- Existencia de elecciones periódicas libres y justas para garantizar la rendición de cuentas y la renovación de la representación política
- Pluralismo Político, es decir la participación real y efectiva en los procesos electorales de múltiples partidos políticos que garanticen la diversidad de opciones y opiniones.
- Estado de Derecho: Existencia de un marco constitucional y legal que garantice los derechos y obligaciones de los ciudadanos.
- Separación de los Poderes Públicos, para impedir la concentración del poder en uno de ellos y garantizar el equilibrio en la toma de decisiones.
- Protección de los Derechos Individuales y las libertades fundamentales de los ciudadanos evitando que mayorías circunstanciales atropellen a las minorías.
¿Es importante votar en el sistema democrático?
La votación es uno de los mecanismos que sustentan el modelo democrático, pues permite renovar las representaciones políticas, controlar la actuación de sus dirigentes y conocer el desempeño de la clase política.
¿Vale la pena votar en este proceso electoral?
No hay duda de que quizás en 25 años que lleva el modelo político actual de «democracia participativa» refrendaria, basado en el personalismo, relaciones clientelares con un electorado cautivo y la exclusión de los partidos opositores, es la primera vez que existe una oportunidad electoral cierta de cambio y reinstitucionalización de la democracia venezolana, por lo cual la asistencia a este proceso no solo es un deber ciudadano sino la oportunidad de cambio real para superar la crisis política, social y económica que ha vivido el país en el último cuarto de siglo”. (Humberto Contreras)