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16 de abril de 2024
No solo el Táchira padece largas horas sin electricidad, también diversos sectores de Maracaibo y San Francisco padecen hasta 14 horas de racionamiento. La situación empeoró desde hace unos 10 días y, al parecer, sigue en picada.
Sectores como San Pedro, San Rafael, Varillal, Cuatricentenario, Los Robles, Los Estanques y otros se quejan porque pasan largos periodos del día sin servicio eléctrico.
Mónica Pérez, habitante de la urbanización San Rafael, afirma que “es imposible vivir por aquí. Solo nos dan cuatro o seis horas de electricidad al día”.
Para Pérez, en San Rafael la dinámica del racionamiento se invirtió y es más el tiempo que están a oscuras.
Igual situación viven en el barrio San Pedro, donde en los últimos tres días le aplicaron racionamientos de hasta 14 horas continuas.
En San Francisco es igual
Andreina Utria, residente del barrio Las Marías, sector San Miguel, parroquia Francisco Eugenio Bustamante, indicó que “nunca han sido tres horas de racionamiento, desde que comenzó a irse la luz pasamos hasta ocho horas sin el servicio”.
Manifestó que los cortes de energía en el referido sector son en horas de la madrugada, en el día y parte de la noche. Precisó que es más el tiempo que duran sin energía eléctrica que con ella.
“A la 1.00 de la madrugada la quitan y viene a las 5.00, a las 2.00 de la tarde vuelven a quitarla y llega en la noche”, aseguró Utria, quien es madre de dos adolescentes y un niño de dos años de edad.
Asimismo, señalaron habitantes del barrio Milagro Sur, parroquia Domitila Flores, que padecen de un racionamiento eléctrico de más de seis horas diarias.
“La luz se va desde las 8:00 de la mañana, luego vuelve a las 5:00 de la tarde, ya llevamos una semana en este trote. No hemos podido lavar y el calor que hace es fatal”, refirió Melisa Sánchez.
Quien además detalló que anteriormente los cortes eléctricos eran de 7:00 de la noche hasta las 2:00 de la madrugada. “Así estuvimos desde que comenzó la cuarentena. Ahora es todo el día sin electricidad», afirmó Sánchez, quien tiene 47 años de edad.
Otros servicios también fallan
Por su parte, Dora Acosta, de 75 años de edad, dice que “entre la falta de luz, los apagones, el agua y gas es mejor morir del coronavirus. Aquí en mi casa debo instalar una bombita, eso es con electricidad si no hay luz no cocino”, expresó la abuela quien asegura que ha tenido que cocinar con leña.
Ciudadanos se quejan por la situación que atraviesan. Argumentan que viven en “caos, no tenemos calidad de vida, esto es vivir en penuria”, expresó Melisa Sánchez.
Mientras deben permanecer en sus hogares por el confinamiento denuncian estar sufriendo con el racionamiento eléctrico, la escasez de gas y agua por tubería.
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